Rosario Central sufrió un duro golpe al caer en Córdoba ante Chaco For Ever por los 16avos de final de la Copa Argentina. El gol sorpresivo de Jonatan Dellarrosa sobre el final no le dio tiempo para reaccionar al equipo de Russo, que había hecho el gasto en el trámite, pero que se quedó con las manos vacías. 

El Canalla tuvo un claro dominio respecto de su rival en cuanto al trámite del partido. Incluso, contó con las mejores chances como el cabezazo de Carlos Quintana al palo o el gol anulado al propio defensor tras un offside polémico en el primer envío al área. 

Ese dominio no estuvo exento de desatenciones, lo cual le permitió al equipo chaqueño generar algún que otro conflicto en el área de Broun. 

De todos modos, el equipo de Russo no pudo hacer valer la diferencia de jerarquía de sus futbolistas. Apenas un par de asociaciones entre Malcorra y Campaz hicieron notar la distancia entre uno y otro. Pero por ejemplo, Véliz casi no participó del juego. 

En el complemento se mantuvo la tesitura. Central empezó a manejar el partido desde el arranque. Igual, le costó generar peligro hasta que Pupi Ferreyra metió una asistencia sin tocar el balón; le quedó a Véliz y el palo le negó el gol. 

El problema es que el Canalla jugó en cámara lenta, como creyendo que en cualquier momento llegaría el gol por decantación. Sin embargo, lo que finalmente llegó fue el sorpresivo tanto de Chaco For Ever. 

En un córner a cinco minutos del final, Dellarrosa metió un frentazo que sería historia y marcó el 1 a 0 para el equipo del ascenso. 

Ya con el tiempo como principal enemigo fue a la carga y lo tuvo. Primero por Veliz y luego por una palomita de Mallo que salvó magistralmente el arquero.

Se terminó el semestre para Central de manera abrupta e inesperada. Una derrota que duele entre los canallas, sobre todo por la diferencia de jerarquía.