Newell’s vive un jueves muy especial, como todos los jueves previos al clásico desde hace más de 20 años: en el Coloso, los hinchas llevaron a cabo el tradicional Banderazo para apoyar al plantel en vísperas del cotejo ante Rosario Central en el Gigante.
Este fue especial: por la pandemia, la última edición se desarrolló en 2019. Las puertas del estadio se abrieron a las 18.30, a las 19.15 aproximadamente salieron los jugadores al campo y a las 20.30 se produciría la desconcentración.
En Newell’s sorprendió la cantidad de policías afectados al operativo de seguridad para este evento, que el propio club deberá afrontar económicamente. Fueron 144 los efectivos policiales que custodiarán que todo se desarrolle con normalidad.
Los hinchas llegaron muy temprano para poder acceder a las tribunas habilitadas y las crónicas en el lugar indicaban que la fila de leprosos llegaba hasta el bulevard Oroño.
Al no tratarse de un evento en el que no habrá un resultado que condicione el humor de la gente ni que le deje al club un beneficio económico, para la dirigencia el operativo debería correr por cuenta del Ministerio de Seguridad, tal como si se tratara de un marcha u otra manifestación similar.
Con respecto a lo futbolístico, Javier Sanguinetti ya no tiene dudas y mandará a la cancha a una formación con el único cambio de Pablo Pérez por Juan Sforza. Los once serán: Macagno; Méndez, Lema, Ditta, Luciano; Pérez, Fernández, Castro; Garro, García, González.