Alos 41 años, Luis Scola se retiró oficialmente del básquet después de su última participación en la selección argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, Luifa no tardó en encontrar un nuevo desafío: es el flamante CEO de Varese, su último club. Ya en su nuevo rol, el argentino compartió su visión del futuro del club.
"Quiero llevar al Varese donde merece estar. El proyecto es de cinco años y los resultados empezarán a llegar a partir del tercero o cuarto", dijo Scola a modo de introducción. Su idea es desarrollar su trabajo respetando los procesos para luego ver los frutos.
Al ser consultado sobre los motivos que lo llevaron a aceptar este nuevo desafío en este club, Scola fue claro: "Elegí Varese porque me fascinaron la historia del equipo y la ciudad. Sé que necesitaré tiempo y trataré de aprender día a día".
A su vez, agregó: "Estoy feliz de estar aquí en este nuevo rol. Ya el año pasado, mientras era jugador, tuve la oportunidad de hablar tanto con el presidente Vittorelli como con Toto Bulgheroni para hacer algo por el club, con un rol diferente. Ahora que esto es una realidad estoy entusiasmado con el proyecto. La base es genial tanto para mí como para el club. Creo que va a ser una gran oportunidad para mí y para mi carrera", añadió en su presentación.
Con un frondoso paso por la NBA, que incluyó estadías en Houston Rockets, Phoenix Suns, Indiana Pacers, Toronto Raptors y Brooklyn Nets, Scola también analizó qué aspectos de la máxima liga del mundo le gustaría copiar: "Todo el mundo debería mirar hacia la NBA y copiar el marketing, el análisis de datos, el desarrollo de jugadores y las divisiones juveniles, aunque eso es más característico del básquet europeo".
Así, Luis Scola dio el puntapié inicial para su nuevo desafío, que comenzará en Italia, pero que, seguramente, en algún punto tendrá una etapa en el baloncesto argentino.