1 —¿Cuál fue el mejor clásico rosarino que jugaste?
—El primero que jugué. El del año 1992 que ganamos 2 a 1 en el Gigante, fue una felicidad tremenda. Inolvidable porque lo dimos vuelta: perdíamos 1 a 0, lo empaté de cabeza y Galloni convirtió el segundo. El DT era Cai Aimar, que se la jugó e hizo debutar a varios chicos –Gastaldi, Lussenhoff, Sciutto, lo puso como titular nuevamente a Cuberas– y se la bancaron. Me quedó muy grabado porque fue mi primer clásico, porque ni bien llegué al club, la gente me explicó lo que significaba este partido para la ciudad y que había que ganarlo sí o sí. No anduve bien, pero quedaron en el recuerdo el gol y los últimos cinco minutos en donde le hice algunas locuras a los rivales (risas). La gente se acuerda de ese final, hasta se inventaron algunos mitos que no son reales pero uno los alimenta y nunca dudo en confirmar que efectivamente ocurrieron y es todo verdad (risas).
2 —¿Cuál fue el peor clásico rosarino que jugaste?
—Un 0 a 0 del año 1994 en el Gigante. Se jugó un miércoles a la noche con lluvia, fue malísimo. Nos dirigía Marchetta, tuvimos miedo a perderlo y no generamos ninguna situación de gol. ¡Muy malo!
3 —¿Quién fue el mejor compañero que tuviste en el clásico rosarino?
—Hugo Galloni. Jugamos poco tiempo juntos pero nos entendimos muy bien cuando ingresó en aquel clásico del 92. Cambió el partido, me tiró el centro en el gol del empate y después Hugo de tiro libre metió el segundo. Gran y muy festejado triunfo 2 a 1.
4 —¿Quién fue el mejor futbolista de Newell’s que enfrentaste en un clásico?
—El Tata Martino. Me gustaba mucho como jugaba y es el futbolista de Newell’s al que mayor respeto le tengo. Lo enfrenté también en Ecuador, él en Barcelona y yo en Deportivo Cuenca, hablamos mucho y me dejó una mejor impresión de la que ya tenía de él.
5 —¿Cuál fue el gol que más gritaste como jugador en un clásico rosarino?
—El de penal sobre la hora en la cancha de Newell’s en el año 1993. Perdíamos 1 a 0, fue en el último minuto y sirvió para empatarlo. Previo a patearlo, era un hecho que los jugadores de Newell’s iban a hablarle al ejecutante para intentar ponerlo nervioso. Por eso acordamos con el Negro Palma que tome la pelota y la acomode como si fuera a ejecutarlo él. Todos se le fueron encima a Omar, cuando se calmaron y todos se ubicaron afuera del área, pedí la pelota, caminé solo hacia el punto penal y la acomodé, recién ahí se dieron cuenta que lo pateaba yo. Salió bien la jugada especial que hicimos con el Negro (risas). Le apunté al medio y me salió abajo a la derecha del arquero, entró de casualidad. Por suerte fue gol, zafamos y no perdimos.
6 —¿Cuál fue el gol que más sufriste como jugador en un clásico rosarino?
—El que hizo Lunari. Fue el 1 a 0 de aquel clásico del 92. No pasaba nada y clavó un golazo al ángulo. Por lo inesperado y más allá que después lo dimos vuelta, lo sufrí mucho.
7 —¿Con que futbolista de Newell’s te peleaste en un clásico rosarino?
—Con el que más me peleé fue con Gamboa, pero más que nada por mariconadas de los dos. Adentro de una cancha de fútbol no se pelea nadie. También tuve encontronazos con Pochettino, Llop, Saldaña y Berti. Reconozco que era bravo, cuando había que ir iba y no me importaba cuántos eran. Siempre fui para adelante, al frente (risas).
8 —Porque no entendía cómo se debe jugar el clásico rosarino, ¿a qué compañero insultaste?
—A ninguno. No es mi estilo insultar, lo mío fue siempre alentar al compañero para levantarlo cuando no le salían las cosas. No me gusta el insulto entre compañeros, no me gusta el insulto de los entrenadores a los jugadores. Nunca insulté a nadie.
9 —¿Cuál fue el clásico rosarino que no jugaste y te hubiera gustado jugar?
—El del año 93, cuando arregló Maradona en Newell’s. Diego no lo pudo jugar y yo tampoco. Empatamos 1 a 1, el gol de Rosario Central lo hizo Alex Rossi. Me hubiese encantado estar en ese clásico.
10 —¿Quién fue el mejor entrenador que te dirigió en un Rosario Central vs Newell’s?
—El Cai Aimar. Hizo algo que muy pocos se animan, apostó por algunos juveniles del club y los hizo debutar en un partido muy complicado, muy difícil. Los conocía, le respondieron y le salió muy bien porque ganamos el clásico. Esto debe hacerse siempre en Rosario Central, jugársela por los chicos del club. El Cai lo hizo.
11 —¿Qué futbolista de Newell’s te hubiese gustado que juegue en Rosario Central?
—Gerardo Martino. Con el Tata de tu lado, todo es muy fácil, corres y la pelota va al lugar exacto donde le marcas el pase. Por mis características y por mi forma de jugar, lo mío pasaba fundamentalmente por correr, ir y pelear, Martino por su calidad y su buen pie, era el futbolista ideal para tenerlo como compañero. Me hubiese gustado jugar con el Tata, hubiese sido un placer.