Tribunas completas, celulares encendidos, canciones, abrazos y una fiesta sin fin de los jugadores de Rosario Central, tras derrotar a Newell's Old Boys en el Gigante de Arroyito.
La celebración arrancó en el campo de juego tras el silbato que marcó el final del partido, y siguió en el vestuario local.
El Canalla derrotó a Newell's por 1-0 como local, se tomó revancha de la caída en el duelo de la pasada Copa de la Liga, bajó a la Lepra de la punta del campeonato y le sacó un invicto de ocho partidos.