Julio Moura, guitarrista de la banda Virus, es investigado por la muerte de su pareja en La Plata. Tras la declaración del músico, las autoridades tienen como principal hipótesis que el deceso de la mujer estaría relacionada con una posible práctica sexual sadomasoquista.
La víctima, identificada como Gloria Andrea Rojas Murillo, de 53 años y de nacionalidad chilena, fue hallada en el living de su casa en Villa Elisa con signos de ahorcamiento, motivo por el cual se abrió una investigación.
De acuerdo al parte policial que detalló la agencia Noticias Argentinas, los efectivos policiales fueron convocados por el fallecimiento de una mujer en una vivienda. Al arribar, los agentes entrevistaron a Lucía Castelli, quien explicó que su ex pareja, Julio Luis Moura, la había llamado por teléfono y le contó que su novia estaba en la casa fallecida, por lo que decidió trasladarse al lugar y en el camino llamó al Same y al 911.
Luego interrogaron al guitarrista de Virus, quien confirmó que mantenía “un juego sexual mediante ahorcadura” y en el transcurso de la práctica su pareja “falleció”.
Luego se llevó a cabo una breve inspección del lugar, donde se encontró a la víctima “en una sala de estar, tirada en el suelo, en posición de cúbito dorsal, presentando signos de ahorcadura en el cuello, lesiones en las piernas y una soga atada a un tirante del techo, como así también la presencia de una escalera.
La causa, que quedó a cargo del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, dispuso que la Policía Científica realice las pericias correspondientes. Además, se solicitó la extracción sanguínea al músico, que no fue detenido. El caso fue caratulado como “averiguación de causales de muerte”.
Qué es la hipoxifilia o afixia erótica
La asfixia erótica, también conocida como hipoxifilia, es una práctica sexual que consiste en restringir intencionalmente la respiración durante el acto sexual con el objetivo de intensificar el placer. Esto puede lograrse mediante sofocación manual, el uso de cuerdas, correas, bolsas plásticas o cualquier otro objeto que impida la entrada de aire o el flujo sanguíneo al cerebro.
Según el diario ABC, el fundamento detrás de esta práctica radica en que la reducción de oxígeno al cerebro puede aumentar la sensación de euforia y placer sexual debido a una combinación de factores fisiológicos y psicológicos. Al limitar la respiración, se liberan endorfinas y otros neurotransmisores que potencian la experiencia.