Ailen Diez tiene 8 añitos, rubia de pelo largo, piernas flaquitas y tremendos ojos celestes que corretea en el Club Defensores de Funes desde hace un año y medio. Se divierte con sus compañeritos, jugando a la pelota. Sí, juegan todos juntos a la pelota, al fútbol, o como quieran llamarle. Juegan porque en definitiva es eso, un juego.
Su mamá, Georgina, primero la llevó a danza desde pequeña, pero el fútbol pudo más. Ella también se tuvo que acostumbrar a verla en un deporte que ya no es propiedad de los varones. "Yo quería que haga danza o una actividad donde haya nenas, pero en mi casa se respira fútbol", contó.
"Con dos hermanos mayores no hay otra opción, ella un día me planteó que quería venir al club y hacer fútbol. El problema era que no había para nenas, pero aceptaron que ella se integre y está feliz”, agregó Georgina Cavallieri, que ahora ve como un hecho cotidiano algo sobre lo que, hasta hace poco, ofrecía cierta resistencia.
Por estos días, hay unas 30 nenas que juegan en la Liga Rosarina, divididas en las distintas instituciones que la integran mezcladas con los nenes en los clubes de la ciudad.
Al principio fue difícil para muchos papás y mamás comenzar a ver fútbol mixto, ver a una sola nena formar parte de un equipo saliendo a la cancha para divertirse. Hay ganadores, pero no se suman puntos para que lo importante no sea la competencia sino el juego en estas categorías sea de formación.
Gustavo, padre de Mateo, uno de los chicos del club funense, contó que fue uno de los que le costó adaptarse a la nueva modalidad: “Para mí fue complicado aceptar que una nena esté con los varones, pero hoy me doy cuenta de que está bueno que pase esto. Hoy la nena no solo entrena y juega los sábados, también va a todos los cumpleaños de los nenes, la invitan y son todos muy amigos. Ellos me enseñaron a mí que el que viene con una cultura distinta soy yo”.
El fútbol infantil va desde los 6 a los 11 años, inclusive. Se juega en cancha de siete y ahí es donde se mezclan. Luego, ya pasan a cancha de 11 y se divide. Fútbol masculino por un lado y femenino por el otro.
A partir de este mes de octubre, la Asociación Rosarina de Fútbol lanzó cuatro torneos de fútbol femenino juvenil: Sub 16, Sub 14, Sub 12 y Sub 10. Actualmente hay tres categorías en la máxima división: Primera A, B y C. La rama femenina, hay que reconocerlo, es la que mayor crecimiento tuvo en los últimos tres años.
Lo positivo es que ya nadie cuestiona que una nena esté disputando un encuentro con 6 varones en un equipo y no solo se acepta sino que se promueve para que más chicas puedan practicarlo.
También sería bueno que desde el Ministerio de Educación puedan estudiar la posibilidad que en ciclo inicial ya se enseñe en educación física fútbol femenino para que todas las nenas que lo deseen puedan comenzar a familiarizarse con un deporte bien popular y que en nuestra ciudad se respira desde la cuna.