Gonzalo Higuaín dialogó por primera vez por los memes y el bullying que sufrió. El ex jugador de la selección fue apuntado por la gente por "los fracasos" en varios partidos de la Argentina.

“Se naturalizó el meme, la cargada y la burla. La gente lo ve, lo consume e instala, están los ejemplos en las propias casas. Los padres no se dan cuenta de que sus hijos pueden ser víctimas o causantes del bullying. Yo no estaba disfrutando por los goles errados sino por la repercusión que tiene todo esto que hablamos. La gente me pedía un tiempo (fuera de la Selección) por lo que generó el bullying. La carga, la crítica feroz se hizo normal, está a la orden del día”, reflexionó Higuaín con ESPN

Y agregó: “Lo sufren millones de personas y no lo comunican. Es una carga que hasta produce muertes y la gente no toma conciencia de lo que es cargar en cualquier ámbito, sea deportivo, en un supermercado, en la prensa o con sus hijos. Hay muchos niños que no lo cuentan por miedo y después toman una decisión drástica, entonces hay que tomar más conciencia. Está naturalizado y es algo totalmente fuera de la norma. Al bullying no se le da la importancia y atención que se le tiene que dar. El daño a veces es irreparable”.

Por otra parte, contó que cambió su postura a la hora de afrontar este estilo de críticas irrespetuosas: “Yo agaché la cabeza 15 años ante las burlas de los anónimos de Twitter e Instagram. En persona jamás me han dicho nada, pero llega un punto en que no voy a tolerar más la falta de respeto o agacharé la cabeza. ¿Por qué no tenemos derecho nosotros a reaccionar y uno que no es conocido sí? ¿Porque jugamos al fútbol y se gana más plata que otros? Todos merecen respeto. Estoy cansado de callar y no responder ante una burla o algo. No en redes sociales, porque no tengo, pero si me pasa en persona, no lo toleraré más y menos delante de mi familia. Tendré tolerancia cero”.

El Pipita ya adelantó que se aproxima a su retiro (no lo confirmó pero podría ser a fin de año) y que se ve lejos del fútbol en el corto plazo luego de colgar los botines. “Cuando te alineás mental y humanamente es muy difícil que te vaya mal en lo deportivo. Estoy en un momento maravilloso de mi vida y se ve reflejado en el campo. Volví a disfrutar como cuando de chiquito jugaba en la plaza, sin esa vorágine, exposición y presión de afuera. Yo me presiono como si estuviera en el Real Madrid porque uno siempre juega para ganar. La presión interna no se te va nunca. El día que no las sientas más, tenés que decir basta”.