El universo Rosario Central está feliz. Es que el gran triunfo en el clásico de la ciudad modificó el ánimo y renovó la ilusión de pelear por algo en este semestre: está en semifinales de la Copa Argentina, donde se las verá con Temperley por un lugar en la definición.
Pero pese a este estímulo, también es una realidad que el andar del equipo en la Superliga deja bastante que desear. Ya acumula siete partidos sin ganar y su promedio ha desmejorado notablemente. Tanto que, si hoy terminara la temporada, arrancaría la siguiente entre los peores cuatro de la tabla del descenso.
Para el año que viene se le "borrarán" del promedio 44 puntos de la temporada 16/17 y quedarán, para sacar el coeficiente, 32 unidades de la 17/18 y los que logre reunir en la presente, que viene siendo muy pobre: sólo 12 en 10 partidos.
Mirando cómo está la tabla de promedios hoy, descenderían Tigre, Patronato y los dos San Martín (de San Juan y Tucumán). Y luego quedarían, en orden creciente, Lanús, Newell's, Gimnasia y Central.
Si bien falta un buen trecho de la presente Superliga, los auriazules deberán empezar a mejorar la cosecha, ya que si sigue dejando puntos en el camino, puede sufrir en un futuro no tan lejano.