Rosario Central le dijo adiós a la Copa Libertadores con un pequeño consuelo: en el Gigante, venció por 2 a 1 a Libertad de Paraguay en su primera victoria en el certamen y, sobre todo, vibró con el retiro de la actividad profesional de Germán Herrera.
El elenco de Arroyito, que culminó último con 5 puntos en el grupo H, se impuso con goles de Joaquín Pereyra a los 20' PT y de Claudio Riaño (25' ST), mientras que Oscar Cardozo de penal había igualado a los 4' ST para los paraguayos.
El atractivo principal del cotejo fue el retiro de la actividad profesional de Germán Herrera, que arrancó como titular y capitán y fue homenajeado por los hinchas a los 17 minutos del primer tiempo. Tras el tanto paraguayo, fue reemplazado por Claudio Riaño y recibió otro baño de cariño de sus hinchas.
Los auriazules fueron justos vencedores, en el marco de un encuentro chato, propio de dos equipos que ya no jugaban por nada. Central justificó el primer grito de Pereyra, que pateó desde afuera y se aprovechó de una floja resistencia del arquero Silva.
Tras el tanto, le cedió el balón a su adversario, que empezó a acercarse al arco de Ledesma aunque sin profundidad. El empate llegó apenas iniciado el complemento y gracias a un penal que no fue de Marcelo Ortiz. El encargado de ejecutarlo fue Oscar Cardozo, que no falló, y puso el 1-1.
Chamot puso a Recalde y Rivero para el segundo tiempo y los guaraníes mejoraron bastante. Pero el gol de la victoria fue de Central: de contra, a los 25', Lovera armó una gran jugada a pura gambeta y Claudio Riaño, imperfectamente y con la ayuda de Silva, estableció el 2-1 final.
Sostenido por Ledesma, que tapó un cabezazo a quemarropa, y aguantando con diez por la expulsión de Camacho, Central llegó al final del juego y respiró. Ahora, barajará y dará de nuevo: los jugadores quedaron licenciados hasta el 2 de junio y luego se vendrá la pretemporada para encarar el desafío de quedarse en primera.