La campaña: Entre Copa de la Liga Profesional y Copa Argentina, Central disputó 15 encuentros de los cuales ganó solo 4, empató 3 y perdió más de la mitad (8). Convirtió 17 goles y recibió 21. Servio, Blanco, Martínez y Montoya tuvieron asistencia perfecta ya que participaron en los 15 partidos mientras que Marco Ruben fue el goleador con 4 tantos, seguido por Almada, Ferreyra y Véliz con 2 cada uno.
La figura: Marco Ruben, que a pesar de no estar en su mejor nivel mostró su jerarquía anotando cuatro goles en el torneo, incluido uno emocionante el día de su despedida. Otros que también cumplieron fueron Lautaro Blanco y Alejo Véliz cuando le tocó su turno en el cierre del torneo.
La decepción: Los refuerzos. Fueron 8 y ninguno rindió acorde a lo esperado (salvo una levantada de Benítez con la llegada de Somoza). Servio, Komar y Montoya jugaron mucho pero no se destacaron y el resto (Báez, Velázquez, Nazareno Romero y Yacob) jugaron poco y mal.
El mejor partido: Teniendo en cuenta el contexto, el triunfo ante Estudiantes con gol de Marco Ruben en el día de su despedida fue lo mejor. También se puede destacar la victoria ante Vélez en la segunda fecha.
El peor partido: Por el valor que tiene puede considerarse el clásico como el peor juego, pero en rigor de verdad hubo otros encuentros en que el equipo no dio la talla, tales los casos de Barracas Central, Tigre, Aldosivi, Huracán e incluso el último partido ante Sol de Mayo donde Central clasificó en los penales pero en los 90' no pudo superar a un rival de tercera categoría.
La revelación: Ninguno. En este ítem apenas se puede mencionar algo del pibe Buonanotte, que en los pocos minutos que estuvo en cancha mostró cosas interesantes, aunque no alcanzan para decir que fue una gran revelación.
El gol: Por lo que representó, el de Marco Ruben a Estudiantes fue el gol más importante de Central en esta primera parte del año: el día de su despedida, y ante un Gigante colmado, el máximo arrillero de las historia profesional auriazul anotó por 105° ocasión e hizo delirar a los Canallas por última vez.
Balance: El semestre fue de malo a pésimo. Último en su zona en el campeonato, derrota en el clásico, un DT (Kily González) que no logró plasmar en cancha lo que se esperaba del equipo y fue despedido del cargo y otro (Somoza) que no solo no mejoró lo que encontró sino que hasta lo empeoró. Ni siquiera pudieron afianzarse pibes de la cantera y la clasificación por penales en Copa Argentina no puede matizar todo ello. En resumen: presente muy malo y futuro incierto...