Podemos decir que el reinado de los alisados y los pelos tiesos como tablas ha llegado a su fin y que las que tengan cabellos rizados, ondulados o incluso foscos pueden empezar a relajarse y economizar en peluquería. Se llevan hasta los pelos afro y, en el afán de ser más naturales o reivindicar sus auténticas raíces, no pocas mujeres negras le han declarado la guerra a la keratina. Vuelve el pelazo, y las curvas no solo están de moda en los cuerpos sino en las cabezas.

Las ganas por los rizos volvieron al radar. Pero calma, hay algunas cosas que debés saber…

- ¿En qué consiste?

La permanente es la técnica que se utiliza para ondular y rizar cabellos lisos o con rizos muy irregulares que buscan más definición.

La forma del rizo se define después con bigudíes de diferentes calibres que hacen que el rizo se adapte a lo que quiera cada persona, así como al tipo de cabello o a la fuerza que se quiera dar a la permanente. Pero no es todo, porque la estructura natural del pelo también influye (si está teñido, si es fino, más frágil o más grueso…). Para unas ondas más abiertas y rizos más grandes, se usan bigudíes más grandes o de espuma, que permiten variar el tamaño del rizo.

Esta técnica ha perdido fuerza respecto a otros servicios, como el color o los servicios de hidratación o reparación.

- La duración

No es eterna. La permanente suele durar entre 3 y 4 meses. Y es que según va creciendo el pelo, ésta se va perdiendo.

- ¿Para quién NO?

Sin duda, para cabellos coloreados, con mechas y debilitados.

- Mantenimiento en casa

Lo ideal es lavarlo con productos específicos para cabellos teñidos por quedar más frágil, o para cabello rizado.

¡Flashback!