Con las premisas de las grandes filosofías orientales, el color y los elementos dentro del hogar colaboran con la creación de distintos climas en los ambientes. El contexto actual, invita a la conexión con espacios más calmos, serenos y cálidos, que aporten al bienestar integral.
Para ello, se debe recurrir a una paleta de colores que se relacionen con la tierra, la tranquilidad y la calma, conectando con la profundidad del ser y el sentir.
Colores naturales, beige o grises, son ideales para cortar con la vorágine brillante de las pantallas que día a día alimentan la vista por el home office, el ocio y todo lo que sucede en medio del confinamiento con el uso de la tecnología.
Así, resaltan los expertos, se busca la calma por medio del descanso de la vista que invite al relax, sobre todo, antes de ir a dormir. Por tal motivo, son los tonos ideales para implementar en la sala de estar y en el dormitorio.