A raíz de la llegada del verano y los días más largos, el aumento de actividades al aire libre es un hecho, incluyendo el hecho de acostarse bajo el sol con la finalidad de broncearse. Por todo ello, existe un producto clave que no debe ser olvidado: el protector solar.

Informarse en pos de cumplir con las sugerencias y recomendaciones profesionales generales, además de recurrir a un especialista que detalle aquellas cuestiones a tener en cuenta por las características de la propia piel; ayudará a que se sepa de qué forma colocarse el protector y cada cuánto tiempo renovarlo.

Para qué sirve el protector solar

-Evitar quemaduras solares.

-Prevenir del envejecimiento prematuro de la piel.

-Prevenir cáncer de piel.

El protector solar previene el envejecimiento prematuro de la piel (webconsultas.com)

-Reducir la aparición de manchas solares, melasma y otras alteraciones en la pigmentación de la piel.

-Cuidar la barrera cutánea.

-Minimizar la irritación y el daño acumulativo en la piel, manteniendo su estructura y función protectora natural.

-Reducir otros efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV).

El protector solar contribuye a prevenir manchas por el sol (as.com)

En líneas generales, se recomienda utilizar un Factor de Protección Solar (FPS) de, al menos, más de 30. Sin embargo, existen casos en donde es necesario que dicho FPS sea de 50 en adelante, por lo cual es importante la consulta profesional.

Otros cuidados a tener en cuenta

-Evitar la exposición directa al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando la radiación es más intensa es lo recomendable para cuidar el cuerpo y disfrutar de la playa. 

-Usar ropa clara, sombreros y lentes para sol.

Se recomienda renovar su aplicación cada 2 hs o menos en caso de mojarse (123rf.com)

-Usar protector solar también los días nublados.

-Aplicar el producto cada dos horas, especialmente después de nadar. Es fundamental para garantizar su efectividad.

Fuente: NA.