Sin necesidad de competir -y, por ende, seguir el reglamento oficial para la creación de estos vehículos- la firma neozelandesa Rodin Cars creó un hiperdeportivo híbrido que, en un futuro, podría convertirse en un modelo de F1.
Rodin FZERO
Este modelo, que comenzó a probarse y se desarrolló en la pista de competencias de la marca ubicada en Isla Sur, contará con una producción limitada de 27 unidades. La prueba en cuestión fue exitosa y crea gran entusiasmo para la siguiente fase del proyecto, según detallaron desde la firma en un comunicado oficial.
En cuanto a sus detalles, la carrocería está hecha de fibra de carbono, cuenta con un frente muy similar a los modelos de F1 aunque con gran splitter, laterales con salidas de aire en los pasos de rueda tanto delanteros como traseros y en laterales. Detrás cuenta con alerón doble con difusor y caños de escape en ambos lados.
Su diseño permite alcanzar hasta 4000 kg de carga aerodinámica y sus medidas son de 5.500 mm de largo, 2.260 mm de ancho, 1.130 mm de alto, distancia entre ejes de 3.000 mm, 1.790 mm de ancho de vías trasero y 1.850 mm de ancho de vías delantero.
Cuenta con llantas Oz de 18 pulgadas creadas según normas de la F1, neumáticos Avon slicks y cuatro frenos carbocerámicos de 380 mm con pinzas de seis pistones en el eje anterior, así como cuatro en el posterior. Además, cuenta con amortiguadores de cuatro vías que permiten ajustar la altura y la caída en cada eje.
El motor híbrido une un V10 biturbo de 4 litros de cilindrada que puede producir 1.013 caballos pesando 132 kilos. Es asistido por una unidad eléctrica de 130 kW, 174 CV. En total, el tren motriz produce 1.176 CV y 1.026 Nm de par que envía a una caja de cambios con ocho relaciones, que pesa menos de 66 kilos. Se conoció que supera los 360 km/h de velocidad máxima.