Este año, el ya clásico atuendo formal de oficina conformado por saco y falda, o saco y pantalones, muestra una vuelta vanguardista. Centrándose en la opción con falda, se da lugar a su versión mini donde este conjunto chic se resalta en distintos colores y texturas para llevar como más cómo se sienta.
Un poco de historia
El conjunto de saco y falda tipo sastre vino de la mano de, justamente, el sastre John Redfern. En 1885, la Princesa de Gales fue la primera en lucir un ejemplar de este estilo hecho por Redfern pensando exclusivamente en una prenda femenina.
Tiempo después, Coco Chanel hizo lo propio llevándolo al jersey. Sin embargo, Marlene Dietrich fue quien lo volvió completamente popular a través de utilizarlo, en plenos años 30, en su versión "masculina" (saco y pantalones). Dos décadas más tarde, celebridades como Marilyn Monroe o Sophia Loren comenzaron a vestir de forma más cotidiana el conjunto entre saco y falda.
En la época de Loren, el saco se caracterizaba por contar con hombros redondeadas y cintura ceñida, combinándose con faldas tipo lápiz o completamente largas. En la década del 60, el traje se convirtió en una línea A con el dobladillo acortado. Finalmente, en los '80, este conjunto se volvió un clásico para las oficinas y looks empresariales.
Su versión mini (2022)
En las últimas temporadas, el traje continuó transformándose y añadiendo así diseños coloridos y divertidos. En los recientes desfiles de las principales pasarelas del mundo, se pudieron observar versiones con sacos crop y minifaldas acampanadas.
Otras firmas optaron por jugar con distintas texturas, utilizando lentejuelas. Se suman además opciones como mangas acampanadas, siluetas minimalistas, tonos brillantes, entre otras.