Mank es la película de David Fincher que lidera las nominaciones a la 93° ceremonia de entrega de los Premios Oscar. Cuenta con 10 nominaciones de las 23 categorías (entre ellas, a "Mejor película") y se encuentra disponible en Netflix para disfrutar antes del domingo 25 de abril, noche de la gran gala. Antes de eso, repasamos los looks de los protagonistas, enmarcados en la llamada "Edad de Oro del cine".
Esto es, debido a que la película gira en torno a la vida del guionista Herman J. Mankiewicz (Gary Oldman), mientras escribe "Ciudadano Kane", el emblemático film que contó con dirección del icónico Orson Wells allá por 1941.
LOS LOOKS
Al tratarse de un largometraje en blanco y negro, el desafío fue sumamente grande para la vestuarista Trish Summerville (nominada a "Mejor diseño de vestuario"), sobre todo para lookear a Amanda Seyfried, que intepreta a Marion Davies; y a Lily Collins, quien hace lo propio con la asistente Rita Alexander.
Para ello, la experta estudió tanto la iluminación del rodaje, como fotos de la vida real de la industria de Hollywood por aquellos años, utilizando apps inteligentes como los filtros monocromáticos de iPhone. Así surgió una paleta de colores y tonalidades verdes, berenjena y salmón, siendo los más elegidos por las actrices populares de aquel entonces.
Para lograr a Marion Davis, sumamente glamorosa, Summerville utilizó una foto original de la actriz en los estudios MGM. Allí lucía un abrigo de visón plateado, que fue reinterpretado con piel sintética y coloreado con azul pálido para dar mayor profundidad ante la cámara.
En el caso de Rita Alexander, su look en un comienzo es más conservador, con tonos claros y telas finas. A medida que su personaje se relaciona con Mank, comienza a mostrar más relax incluso en su aspecto, reemplazando las faldas por pantalones y animándose a usar bandanas en el cabello.
Finalmente, en cuanto a Gary Oldman, quien encarna al protagonista y, por tal papel, se encuentra nominado a "Mejor Actor", la costume designer se basó principalmente en las fotos reales del guionista. Formal, vanidoso, con cuellos exagerados y pantalones anchos, también solía exhibir una cierta desfachatez y desprolijidad a raíz del paso de los años y sus problemas de adicción al alcohol. Como frutilla del postre, se le sumaron zapatos gastados, tiradores y cabello despeinado. Esto último, por supuesto, logrado también por Gigi Williams, Kimberley Spiteri y Colleen LaBaff, quienes obtuvieron la nominación a "Mejor maquillaje y peinado".
Williams, directora de maquillaje, supo contar en una entrevista para Netflix que todos debían estar bronceados debido a los filtros de color y, así, lograr el contraste perfecto con el maquillaje. Ocho colores de diferentes tonos rondaban entre el melocotón y el rojo intenso. Por otra parte, el cabello de Marion que era demasiado platinado, debió contar con oscuridad en sus raíces para poder brindar profundidad y transparencia. Se usaron alrededor de 100 pelucas.