Si sos un abanderado del “home office” y trabajás desde tu hogar sabrás que crear un espacio agradable y cómodo es fundamental para concentrarte y rendir más.

En unos pocos metros cuadrados podés montar tu propia oficina, sin necesidad de contar con un ambiente separado, aunque lo ideal sería ubicarlo lejos de zonas ruidosas como el salón o la cocina. Agudizando el ingenio podrás sacar mayor partido de las habitaciones más amplias y de los rincones muertos.

Recorré los ambientes con la mente abierta y verás que hay lugares que no usás: un bajoescalera o incluso un recibidor puede convertirse en tu espacio de trabajo. También podés probar armarla en la esquina del linving, preferiblemente cerca de una ventana; en el dormitorio, lo más alejado posible de la cama para evitar tentaciones; o hasta en la cocina, para poder ver qué hacen tus hijos mientras vos chequeas los emails.

Comodidad ante todo

Para trabajar a gusto es clave sentirte cómodo en un lugar funcional, donde la estética se integre con el resto de la decoración. A la hora de elegir la ubicación idónea, buscá un espacio donde te den ganas de estar, recibas la luz natural, puedas moverte sin problemas y tengas dónde guardar tus cosas, como ser una biblioteca colgada, una cajonera o archivero, un panel donde pinchar anotaciones y fotos…

Respecto al color, evitá los contrastes bruscos y opta por tonalidades neutra que ayuden a relajarte visualmente. Agregale tu toque personal con detalles y objetos de diseño.

Mobiliario ergonómico

Debido a la cantidad de horas que vas a estar sentado allí, es importante que elijas bien la silla y escritorio. Los muebles ergonómicos son imprescindibles para prevenir contracturas y dolores de cabeza.

Si podés, colocá la mesa frente a una ventana o de forma perpendicular a ésta, para evitar los reflejos en la pantalla o en tus ojos. El asiento debe permitir ajustar su altura, así como envolverte y mantener la espalda recta, permitiéndote una forma de sentarse natural, que evite las posturas inadecuadas.

Para completar el check list, sumá una buena iluminación, natural o artificial. Si vas a comprar un artefacto, optá por uno articulable que te permita dirigir la luz al lugar que quieras.