La rutina cotidiana, sobre todo en las grandes ciudades, suele ser una seguidilla de movimientos para llegar justos de tiempo a distintos lugares, cumplir con responsabilidades y continuar llegando a otros espacios. Si hay hijos, se suman los desafíos de hacer lo propio con los deberes y responsabilidades de los mismos. Contra todo esto se rebela el llamado "movimiento soft life".
Soft Life, vida suave
De las actuales generaciones que conviven la de los millennials se caracteriza por ser criada con la mentalidad del esfuerzo como estilo de vida aspiracional. Trabajar duro para recibir una recompensa económica y que todo ello sea sinónimo de éxito. Sin embargo, en la actualidad conviven nuevas formas de concepción de la vida que se aleja de tanto frenesí para acercarse a algo más suave y relajado.
La soft life es una expresión que describe una vida con niveles más bajos de cortisol, mayores niveles de dopamina y menos puntualización en el trabajo duro exclusivamente por el dinero, entendiendo que, de ganarse, el mismo debe ser disfrutado y no sentir que tampoco existe tiempo para hacerlo.
Por supuesto, es un estilo de vida al que se ajustan las personas en la medida en la que pueden. Aunque, dicen los expertos, es también una cuestión de actitud frente a la situación socioeconómica que cada persona afronta.
Asimismo, mencionan que hacer un cambio de vida radical debe basarse en la conciencia sobre el propio malestar. Una buena pregunta a realizarse es "'¿Me quejaba de lo mismo el año pasado?". Si la respuesta es sí, quizás ese sea el gran motor para el cambio. De lo contrario, se trata de revisar la rutina cotidiana para analizar qué sería necesario mejorar.
Escuchar al propio cuerpo
La vida suave no significa optar por la opción más fácil. Significa hacer algo que haga feliz. Si no se está seguro de qué es eso, los profesionales sugieren escuchar al propio cuerpo. Ser conscientes de cómo se está respondiendo al estrés, analizar cuándo aumenta el ritmo cardíaco, cuándo se siente miedo o ansiedad y qué aspectos del trabajo lo están desencadenando.
Así también, buscar los destellos, los momentos en los que se siente alegría, seguridad y confianza en lo que se hace. Los destellos son la base de una soft life: son los momentos en los que el sistema nervioso está en su estado más relajado y suave. Priorizar un trabajo que aporte más destellos.
La soft life también requiere no forzarse más allá de lo que es “demasiado”, en cualquier cosa que se haga. Empezar a decir no a las obligaciones, normalizar hablar cuando algo no gusta, escuchar los límites y practicar trabajar solamente durante el horario laboral. Los límites no surgen de la noche a la mañana, así que se debe tener paciencia.
Revisar el concepto de "éxito"
A la mayoría de personas se las educó para creer que el éxito significaba una casa grande y bonita, un buen auto, entre otros detalles. También, creer que el éxito significaba estar estresado todo el tiempo, porque no se puede ganar dinero sin estrés.
Sin embargo, la soft life propone intentar cambiar esa percepción de éxito y pensar en la propia felicidad, en la subjetiva e individual que no necesariamente coincida con una meta socialmente acordada. Tal vez eso signifique aceptar un descenso de categoría, mudarse al campo, reinventarse en otra área o simplemente desactivar las notificaciones del trabajo en el teléfono, todo depende de cada persona.
Fuente: GQ UK.