En el mundo de la decoración, el estilo industrial es uno de los más renombrados de los últimos tiempos. Sus detalles y materiales son ideales para darle un toque rústico a los ambientes, con el hierro y la madera como principales aliados.
Dicho estilo suele verse mayormente en locales comerciales, preferentemente en bares y otros rubros gastronómicos, aunque quedan muy bien en el hogar también, incluso en combinación con otro tipo de estilos como el nórdico.
Existen algunos ambientes que resultan más favorecidos aún cuando de estilo industrial se trata. Se trata de la cocina, la sala de estudios o los llamados despachos. El motivo, es que suelen contener mesas, mesadas, banquetas, sillas y bibliotecas o repisas, lo que impulsa la aparición de la madera y el hierro negro, que puede oficiar de sostén para los muebles a partir de las patas, armazones, entre otros detalles.
Otros elementos que forman parte de este estilo son el cuero, los colores y tonalidades negras, grises y marrones, y las lámparas de pie o colgantes.
A continuación, algunos ejemplos para aplicar este estilo en los ambientes mencionados: