El mundo occidental, plagado de inmediatez y de la cultura del “todo ya”, pareciera obligar a las personas a adentrarse en una vorágine en donde la conexión con uno mismo y la reflexión no tuvieran lugar ni tiempo para ser. A partir de marzo de 2020, con un confinamiento obligatorio, esa corriente paró de manera repentina y los detalles comenzaron a florecer.

Así lo entiende y transmite Laura, una artista y tallerista de la ciudad que se acercó, desde muy pequeña en el patio de su abuela, bajo el sol, a la creación de piezas de barro modeladas a mano. Ya adulta, admirando la filosofía que contempla el wabi-sabi, es productora de objetos estéticos en cerámica con una estética de formas simples, austeras, mínimas. Desde su empredimiento, PETITS Linduras en Arcilla, a través de cinco series definidas, produce objetos a través de la técnica del kurinuki, o vaciado, invitando a llenar estos objetos de uso cotidiano no sólo con alimentos sino con historias compartidas.

El kurinuki es una técnica de cerámica japonesa que lo que hace es vaciar el interior para constituir un cuenco. Es una técnica sumamente antigua que concibe que, a partir de la pella o bollito de arcilla, se generan las paredes, se les va dando forma con las manos o herramientas, y ese cuenco va quedando de una forma determinada dando lugar a un espacio interior, que a su vez luego va a ser ocupado por diferentes elementos: té, café, u otros alimentos”, le comentó a Rosario3.

El proceso de ese vaciado se relaciona con la meditación zen, la cual refiere a vaciar la mente y cualquier tipo de pensamiento que se pueda correr, una calma que en estos momentos se torna más que necesaria. “Tiene que ver con la tendencia de encontrarse con uno mismo, tomarse el tiempo y descubrirse, descubrir los vacíos que hay. Va mucho más allá de la arcilla. De hecho, cuando cargo las fotos de mis objetos siempre hay un acompañamiento de un texto, de frases, de palabras. Trato de ofrecerle al mundo otra mirada. Una mirada hacia los pequeños detalles de la vida”.

A su vez, sus objetos son entregados en un packaging de lienzo junto con una tarjeta con semillas orgánicas de lechuga o rúcula, un simbolismo que representa a la perfección a la técnica mencionada. “Cuando una semilla se casca, para que la planta nazca necesita esa ruptura. Mis objetos también parten de un bollito de arcilla al cual le hago un huequito y, a partir de ahí, voy generando los distintos elementos”. 

Otro detalle es el papel de seda que envuelve a estos objetos: “Tiene que ver con descubrir lo que hay adentro, es una concepción que va de la mano con toda esta filosofía”. Además del objeto y la tarjeta con semillas, quienes adquieren los objetos de Laura se encuentran con algún agregado que suma desde toda esta concepción de conexiones internas: “Siempre encuentran alguna estrellita de anís, flores secas, florcitas de manzanilla en bolsas de lienzo”.

Wabi-sabi para el mundo

“Nuestros objetos son hechos manualmente. Somos buscadores de esa belleza que reside en la sencillez y en la austeridad de las formas… ‘Algunos hasta la definen como portadora de un esteticisimo de austera simplicidad’”, reza una de las publicaciones del Instagram de PETITS.

Todo lo que produce Laura podría ser enmarcado bajo la filosofía del wabi-sabi, también japonesa, que toma a la decoración y a los objetos cotidianos -elementos simples y austeros- como contribuidores para la creación de un ambiente y clima determinado

Frente al apuro de comprar dentro de esta sociedad de consumo en la que estamos, es importante ir un poco más allá, ver que hay un proceso con eso que adquirimos, una conexión con lo sensible”, destacó, y agregó: “Lo que yo propongo es un volver a conectarnos con lo simple, lo cotidiano, lo pequeño, lo sutil, incluyendo estas semillas de regalo que ofrecen un encuentro con la tierra”.

Series definidas

La artista despliega su filosofía en sus objetos enmarcados en distintas series: “Aparecen colores, texturas, temas, siempre en formas simples”. 

- Punto Rojo:  Es una de las series más solicitadas. Sobre ella, Laura comentó: “En la India, las mujeres usan ese punto rojo en la frente. Simboliza el tercer ojo, que representa la mirada interior. La serie referida a éste incluye piezas blancas con un punto rojo y una flor que va creciendo desde la base hasta el interior del objeto. Ahí es donde aparece el punto, y abajo está el otro punto rojo que simboliza a la semilla”.

- Jardins: A través de dibujos, se hace referencia a los jardines y la naturaleza

- Historias de amor:  Está compuesta de pequeños grafismos y casitas. Cada objeto cuenta lo que va pasando, una historia.

- Couleur: Significa “color” en francés: “Se juega allí muchísimo con los colores, con ver qué pasa cuando esos colores van al horno. Son colores sumamente llamativos y lindos".

- Nido: Colores tenues y armoniosos listos para “anidar ratitos donde nuestra alma pueda florecer”.

Para adquirir objetos de “PETITS - Linduras en Arcilla”, las y los interesados pueden contactarse con Laura a través de un mensaje privado de Instagram (@petits.lindurasenarcilla). Los envíos se realizan a todo el país. 

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