Contar con hojas de laurel en el hogar es sumamente importante. Además de sus propiedades culinarias, estas hojas ayudan a aromatizar el ambiente, ahuyentar insectos, entre otros beneficios. A ello se le suma una nueva propiedad no muy conocida y que se remite a sus beneficios energéticos.
Con el afán de lograr ambientes más relajados y crear un clima agradable luego de finalizar la jornada laboral y la rutina diaria; quemar hojas de laurel es una gran opción según expertos y expertas en meditación.
El cálido y fresco aroma del laurel hace que sus propiedades relajantes comiencen a esparcirse a partir del humo que se genera tras quemar las hojas, pudiendo desparramar el mismo por distintas zonas del hogar.
Quemar hojas de laurel
Para realizar esta rutina, se necesitan 3 o 4 hojas de laurel que se colocarán en un cuenco o cualquier recipiente resistente al fuego.
Quemarlas y, a medida que aflora el humo, dejarlas reposar como un sahumerio o trasladar el cuenco por distintas zonas del hogar, según como se desee utilizar el humo emanado.