Desde 2019, cada 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té con el objetivo de favorecer la producción y consumo del té en el mundo, aumentando la conciencia sobre la importancia de esta planta a nivel emocional, nutricional y económico.
Si bien la fecha fue promovida mundialmente por la Asamblea General de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), anteriormente algunos países ya celebraban un día para el té, como sucedía en China, Sri Lanka, Kenia, Turquía, Japón e India.
Día Internacional del Té 2024
Para este año, desde la ONU destacan el rol fundamental de las mujeres en la industria del té para promover la producción sostenible, garantizando los beneficios de esta infusión tanto en las personas individuales como en la cultura en general y el medio ambiente.
El té proviene de la planta Camellia Sinensis y cuenta con múltiples beneficios, resaltándose seis de ellos:
-Disminuye el estrés: Muchas variedades de té presentan L-teanina, un aminoácido con efectos relajantes que pueden promover un estado de calma sin generar somnolencia. Aumenta la producción de neurotransmisores como serotonina y dopamina, asociados a la sensación de bienestar.
-Mejora la función cerebral: Al contener cafeína y L-teaina, ambos compuestos combinados mejoran el rendimiento cognitivo y la concentración, garantizando un funcionamiento cerebral más eficiente. En este aspecto, la cafeína contribuye con un mejor estado de alerta, enfoque y reducción de la sensación de fatiga. La L-teaina promueve relajación sin causar somnolencia, por lo que facilita un estado de alerta relajado.
-Mejora la salud intestinal: Contiene compuestos antiinflamatorios y antioxidantes como polifenoles y taninos. Pueden colaborar con la reducción de inflamación en el tracto digestivo para una digestión más cómoda y eficiente. El té de menta, jengibre o verde cuentan con propiedades carminativas para aliviar el malestar estomacal, hinchazón y gases.
-Promueve la longevidad: Según un estudio del Reino Unido, por parte de investigadores del National Cancer Institute, quienes consumían dos o más tazas de té negro al día presentaban menor riesgo de muerte durante un seguimiento de más de una década. En su momento, supo estudiarse esto mismo respecto del té verde en Asia.
-Reducción del riesgo de diabetes: Sus compuestos antioxidantes colaboran con mejorar la sensibilidad a la insulina y regular niveles de glucosa en sangre. Combaten en estrés oxidativo que puede dañar las células y contribuir al desarrollo de diabetes. A su vez, tanto el té verde como el negro cuentan con efectos antiinflamatorios que pueden proteger el páncreas, encargado de producir insulina.
-Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares: Por su alto contenido de antioxidantes como polifenoles y catequinas, el té ayuda a combatir el daño oxidativo en las células reduciendo la inflamación y riesgo de enfermedades cardíacas.