Si bien muchas personas responderían automáticamente que hay que ducharse con una frecuencia diaria, los expertos no lo recomiendan. De hecho, se arriesgan a asumir que lo mejor es hacerlo unas 4 veces por semana.
Según la revista médica de Harvard, exponer la piel al agua caliente y a frotarse con jabón o geles de ducha que quitan los aceites naturales para mantener sana la piel, hará que la misma se vuelva más propensa a irritarse o manifestar reacciones alérgicas.
En tal sentido, la piel es el órgano que protege a todo el cuerpo del clima, bacterias nocivas (y la permanencia de aquellas "buenas"), además de regular la temperatura o conservar nutrientes. Es por ello que frotarla y lavarla en exceso no es nada positivo.
Por supuesto, hay excepciones. Para quienes realizan deportes o algún trabajo que produzca un esfuerzo físico muy grande, el baño diario colaborará con quitar el exceso de grasas y aceites producidos por el cuerpo.
Sin embargo, recomiendan que el agua no sea excesivamente caliente ni tampoco frotar el jabón con mucha fuerza con las esponjas. A su vez, que la duración promedio del baño sea de 4 minutos.