Pensar en la adquisición de un nuevo mueble, sobre todo en lo que respecta a sillas y sillones, es toda una odisea si en el hogar viven gatos. "Rascar" y gastar las uñas es una de las actividades favoritas de los felinos, sumando la posibilidad de que se dificulte quitar algunas manchas y extraer el pelo que se cae.
Sin embargo, existen algunos tips para que las "víctimas" no sean los objetos del hogar. A continuación, lo que debe tenerse en cuenta al momento de adquirir un nuevo objeto decorativo:
- Mobiliario apto para exteriores
Este detalle hará que, si se trata de un material resistente a inclemencias del tiempo, también lo será a los daños que las mascotas podrían ocasionar. Los tejidos suelen ser impermeables y resistentes a manchas y olores. Por otra parte, sus estructuras también resistirán los "ataques" de dientes y uñas: bambú, ratán y mimbre son algunas de las opciones ideales.
- No utilizar piel o cuero (ni siquiera en su versión sintética)
Si bien son fáciles de limpiar, no resistirán a los arañazos. Por tal motivo existen telas que directamente pueden adquirirse como "anti gatos" o "anti arañazos", o buscar opciones entre la microfibra, el chenille, cuerina tipo fiore, silver, guata (en caso de que no haya riesgo de manchas).
- No utilizar seda, lana ni terciopelo
Además de arruinarse fácilmente y ser difíciles de limpiar, no suelen ser telas amigas de la humedad. Además, la lana o el terciopelo son ideales para que quede el pelo adherido con dificultad de extraerlo, al tratarse de superficies irregulares.
- Tener en cuenta el color
En el caso de riesgo de manchas, será importante no elegir superficies muy claras o muy oscuras. En tal sentido, el tostado (sin llegar a marrón) es una de las opciones más buscadas para quienes conviven con mascotas. Otra alternativa es la de optar por texturas y estampados, que ayudan a disimular la suciedad.