Sin dudas, las alfombras son un eficaz elemento decorativo, ya que visten con elegancia cualquier espacio, transmiten sensación de calidez, aíslan térmicamente y, además, son una solución para delimitar los lugares de la casa.

Hay varias preguntas que nos podemos hacer antes de seleccionar la alfombra indicada para el espacio del hogar que queremos decorar. ¿Naturales o sintéticas? Depende del uso que les quieras dar y del presupuesto que tengas. Las tejidas con fibras naturales son más clásicas y valiosas, por lo que resultan el complemento perfecto para dar un aire exclusivo a cualquier espacio. 

Las alfombras de lana, son un clásico; ofrecen textura, durabilidad y confort. Las más preciadas son las anudadas a mano y realizadas en telares de forma artesanal: cada pieza es única. Las más novedosas, como las de fieltro, son muy originales y dan un aire más actual.

El algodón, es práctico y fresco. Las que están conformadas por este elemento son cómodas y funcionales; además encajan perfectamente en ambientes informales y en espacios como el dormitorio infantil, el baño o un pasillo. Por otro lado, al ser tan frescas, resultan ideales para los meses de verano. Lo único que tenés que tener en cuenta es que su poco peso exige que coloques debajo una base antideslizante.

¿De pelo largo? El pelo largo ofrece una superficie más mullida y transmite mayor sensación de comodidad y calidez. Esta alfombra es ideal para los dormitorios, sobre todo el de los niños o para el living. 

Los nuevos materiales

Los materiales plásticos como el PVC, el polietileno o el vinilo también son tendencia. Resistentes a las manchas y a la humedad, resultan geniales para las zonas de la casa como la cocina. También son ideales para el exterior, dado no se estropean con la exposición al sol o la lluvia. Además podés elegir entre la variedad de colores y formas.

Fuente: elmueble.com