La caída global de Facebook y sus principales servicios (WhatsApp e Instagram) dejó paralizada la actividad de millones de usuarios de Internet. La empresa no brindó detalles sobre qué fue lo que pasó, pero una ingeniera explicó en Twitter que el inconveniente que afecta a la red social estaría vinculado a un problema con los DNS.
Antes que nada, para entender por qué puede haberse generado el problema se debe mencionar que en la red de redes existe un sistema que permite asociar cada número que identifica a los dispositivos conectados con un nombre que sea más fácil de recordar.
Este sistema es el llamado "Sistema de Nombres de Dominio", o DNS por sus siglas en inglés, y algunos especialistas apuntaron que allí podría radicar la falla. Sin embargo, están quienes aseguran que el DNS es la consecuencia y no la causa, ya que el problema sería más profundo y estaría afectando al enrutamiento BGP.
A modo de analogía, los DNS pueden equipararse con una guía telefónica, mientras que el BGP es algo así como el sistema postal de Internet. Este último es un protocolo mediante el cual los routers de los proveedores del servicio saben cómo enviar los paquetes de red, que es básicamente la información que intercambiamos con nuestros servicios de chat o redes sociales.
Según explicaron algunos especialistas, el problema tiene que ver con que Facebook habría retirado por causas aún desconocidas sus rutas del sistema de anuncios BGP, sacándose a sí mismos de Internet.
Esto provocó que los propios servidores DNS de la red social fuesen inaccesibles a todo el resto de Internet, con la consiguiente caída de todos sus servicios.
Cómo funciona un DNS
La función más conocida de los DNS es la de permitir que cada dirección de internet tenga una "palabra" asociada, en lugar de un conjunto de números. Por ejemplo, al escribir, "Facebook.com", el servidor DNS busca en su base de datos a qué dirección IP está asociado ese nombre, y guía hacia allí al navegador, que descargará la página correspondiente.
Por este motivo es que cada nombre de dominio es único y está compuesto por una serie de elementos que lo categorizan y ubican en la red.
Básicamente, el Domain Name System (Sistemas de nombres de dominio) se equipara a una guía telefónica de páginas web, ya que se trata de una tecnología que establece la dirección de IP que debe ser utilizada cuando las personas tratan de acceder a páginas web concretas.
De esta manera, la base de datos de un servidor DNS se convierte en una compilación de todos los registros de la zona del espacio de nombres de dominio que gestiona.
Cómo funciona la búsqueda de un dominio
Cuando se introduce la dirección de una página web (URL) en el campo de búsqueda del navegador, este realiza un pedido al llamado resolver, un componente especial del sistema operativo cuya función consiste en almacenar en caché direcciones IP ya solicitadas anteriormente, y proporcionarlas cuando la aplicación cliente (navegador, programa de correo) la solicita.
Si la dirección IP solicitada no se encuentra en el caché del resolver, este redirige la petición al servidor DNS que corresponda, que, en general, es el servidor DNS del proveedor de internet. Aquí se coteja la petición con la base de datos del DNS y, si está disponible, se envía la dirección IP correspondiente como respuesta (forward lookup).
Esta permite al navegador del usuario dirigirse al servidor web deseado en Internet. Otra vía alternativa consiste en el camino inverso, es decir, en traducir la dirección IP en la dirección de dominio (reverse lookup).
Un error muy común es cuando "El servidor DNS no responde", y ocurre cuando hay problemas de conexión. Esto sucede cuando la conexión con Internet no funciona y no es posible acceder a una página web.