En el marco de su evento anual para desarrolladores y luego de meses de rumores, Apple presentó este lunes sus primeras gafas de realidad mixta, inclinándose así para intentar dominar un terreno en el que, hasta ahora, no contaba con ningún producto.
Las Apple Vision Pro competirán directamente con las gafas de meta, las Quest Pro, y alternativas más económicas de otros fabricantes. Su precio de salida será de USD 3.499 y estarán disponibles a partir del año que viene.
Su funcionamiento estará impulsado por un sistema operativo desarrollado específicamente para el dispositivo, que incorporará un procesador secundario que acompañará al Apple Silicon M2, el chip insignia de la marca.
Interfaz tridimensional
Una de las particularidades de estas gafas es que combinan la realidad aumentada con la realidad virtual, ofreciendo una experiencia que desde Apple definieron de la siguiente manera: "VisionOS cuenta con una nueva interfaz tridimensional que hace que el contenido digital se vea y se sienta presente en el mundo físico de un usuario. Al responder dinámicamente a la luz natural y proyectar sombras, ayuda al usuario a comprender la escala y la distancia".
A su vez, agregaron: "Para permitir la navegación del usuario y la interacción con el contenido espacial, Apple Vision Pro presenta un sistema de entrada completamente nuevo controlado por los ojos, las manos y la voz de una persona".
El sistema de las gafas ofrece distintas interfaces que se adaptan dependiendo del entorno en el que se las utilice, con configuraciones diseñadas para cada una de las aplicaciones disponibles.
Esa interfaz es adaptable, ya que se puede hacer zoom tanto en los contenidos multimedia como en las propias aplicaciones (ventanas de navegador, galerías, películas, entre otras).
En las Vision Pro se podrá consumir contenido multimedia desde cualquiera de las aplicaciones del ecosistema de Apple, como así también navegar utilizando su navegador, Safari, con una interfaz completamente adaptada al sistema llamado visionOS.
Vistos desde fuera, los visores permiten regular la opacidad del cristal para permitir que otras personas puedan ver las expresiones de quien los lleva puestos, buscando así evitar el "aislamiento" que se genera al usar este tipo de dispositivos.
La interfaz tridimensional de visionOS tiene soporte para los propios AirPods de Apple, así como para Magic Keyboard y Magic Trackpad. Es capaz de proyectar una pantalla de hasta 100 pulgadas, así como de reproducir contenidos en 3D, y también tiene integración con Apple Arcade, con más de 100 juegos adaptados.
Pese a ser compatible con apps de iOS y iPadOS, la tienda de aplicaciones se ha rediseñado por completo para este sistema operativo.
El sistema se controla haciendo gestos con las manos, como por ejemplo haciendo una "pinza" para seleccionar una aplicación, o un swipe lateral para moverse entre ellas. También se puede interactuar mediante la corona lateral del Apple Watch, regulando la profundidad del entorno.
Las gafas también son capaces de grabar de forma panorámica con sonido espacial. El artefacto tiene 23 millones de píxeles divididos entre los visores interiores y resolución superior a 4K en cada ojo.
Cuentan, además, con un sistema de doble cámara capaz de captar imágenes "espaciales": fotografías y vídeos en tamaños panorámicos, con audio espacial y con el principal fin de recrear de la forma más fidedigna lo que registran.
Están fabricadas en un cristal pulido que permite visualizar correctamente el exterior, en un cuerpo de aluminio. Su correa es textil y flexible, e integra altavoces que proporcionan audio espacial. La duración de la batería, aseguraron desde Apple, es de dos horas.
En cuanto al audio, ambas cápsulas (una por cada lado de la correa) permiten recrear sonido espacial. Analizan, al igual que los AirPods, el entorno para adaptarse a él. Apple se refiere a esta característica como "trazado de audio", un sistema que mapea en 3D gracias a infrarrojos y cámaras, en tiempo real, el entorno en el que estamos para adaptar el sonido.
El procesador principal M2, junto con el secundario denominado R1, las posicionan como las gafas más potentes del mercado, superando incluso a muchas computadoras de escritorio.