En Argentina, cerca de 5 millones de personas tienen incontinencia. Se trata de una condición totalmente natural, que puede presentarse en diversas modalidades y situaciones, pero que sigue siendo un tema tabú, lo que genera una suerte de invisibilidad de la cuestión. Pero negarlo es solo una forma de prolongar el problema.
En muchos casos, la primera vez que se da un escape de pis sorprende y avergüenza, pero ¿por qué pasa esto? Puede darse por cambios en el cuerpo, embarazo, menopausia, sobrepeso, enfermedades crónicas como diabetes, esclerosis múltiple y Parkinson; e incluso por hiperactividad en la vejiga causada por algunos alimentos o bebidas, como el alcohol y el café.
Más allá de la causa puntual, la incontinencia se presenta como una limitación en la calidad de vida de quien la tiene, como sentir que no pueden hacer ejercicio, o como una amenaza para la vida social y amorosa.
Este tipo de situaciones aparecen en diversas edades, por diferentes circunstancias y son más comunes de lo que se cree.
Si bien en un 80% afectan a mujeres, se dan también en hombres, y no solamente en adultos mayores.
DIAGNÓSICO
Es importante determinar el tipo de incontinencia urinaria. En general, el médico puede determinarlo a partir de los síntomas. La información servirá para guiar las decisiones del tratamiento. El médico probablemente recomiende:
Uroanálisis. El análisis de una muestra de orina sirve para detectar signos de infección, rastros de sangre u otras anormalidades.
Diario del funcionamiento de la vejiga. Durante varios días, anotas cuánto bebes, cuándo orinas, la cantidad de orina que produces, si experimentaste una necesidad imperiosa de orinar y cuántos episodios de incontinencia tuviste.
Medición posterior a la micción. El médico te pide que orines en un recipiente que mide la producción de orina. Luego, supervisa la cantidad de orina residual en la vejiga mediante un catéter o una ecografía. Una gran cantidad de orina residual puede significar que tienes una obstrucción en las vías urinarias o un problema con los nervios o músculos de la vejiga.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la incontinencia urinaria depende del tipo de incontinencia, la gravedad y la causa de fondo. Probablemente se necesite una combinación de tratamientos. Si la enfermedad preexistente es la causante de los síntomas, el médico tratará esa enfermedad primero.
Es probable que el médico sugiera tratamientos menos invasivos al principio y continúe con otras opciones solamente si estas técnicas fallan. El médico puede recomendar lo siguiente:
Entrenamiento de la vejiga, para demorar la micción después de que sientes la necesidad de orinar. Puedes comenzar tratando de contenerla durante 10 minutos cada vez que sientas la necesidad de orinar. El objetivo es prolongar el tiempo entre las idas al baño hasta que orines solamente cada 2,5 a 3,5 horas.
Orinar dos veces, como ayuda para aprender a vaciar la vejiga lo más posible a fin de evitar la incontinencia por rebosamiento. En este caso, «orinar dos veces» significa orinar, y luego esperar unos minutos e intentarlo nuevamente.
Horarios programados para ir al baño, para orinar cada dos a cuatro horas en lugar de aguardar hasta tener la necesidad de ir.
Control de los líquidos y la dieta, para recuperar el control de la vejiga. Es posible que tengas que limitar o evitar el alcohol, la cafeína y los alimentos ácidos. Reducir el consumo de líquidos, bajar de peso o aumentar la actividad física también pueden aliviar el problema.