Esta vacuna, R21/Matrix-M, es la primera que alcanza el objetivo de eficacia del 75% fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la universidad.
Publicados en la revista científica The Lancet, "estos nuevos resultados dan grandes esperanzas sobre el potencial de esta vacuna", comentó en un comunicado el profesor Adrian Hill, director del Instituto Jenner de Oxford, que también desarrolló la vacuna contra el coronavirus con AstraZeneca.
Este suero, que podría aprobarse para su uso en un plazo de dos años, da esperanzas frente al temor de que la malaria se vuelva resistente a los tratamientos, explicaron a través de un cable de la agencia AFP.
La malaria, una enfermedad parasitaria transmitida por un mosquito, mató a más de 400.000 personas en el mundo en 2019, dos tercios de ellos menores de cinco años, y la inmensa mayoría de los casos (94% de los 229 millones de infecciones en el mundo) y de las muertes se produjeron en África, según la OMS.
De acuerdo a un ensayo de fase 2, realizado en 2019 con 450 niños de entre 5 y 17 meses en Burkina Faso, la vacuna de la Universidad de Oxford mostró una eficacia del 77% en quienes recibieron una dosis alta y del 71% en los que recibieron una dosis más baja. Tampoco se observaron efectos secundarios graves, y ya se empezó a reclutar a 4.800 niños en cuatro países africanos para la fase final de los ensayos clínicos.
Una asociación con el Serum Institute of India (SII), que también produce la vacuna contra el coronavirus de Oxford/AstraZeneca, permitirá "fabricar al menos 200 millones de dosis anuales en los próximos años", según Hill.