El doctor Mario Perichón, se explaya: “está claro que a nosotros y al mundo, el inicio de la pandemia, nos desbordó con la irrupción de la enfermedad que pasó a ser algo nuevo e inédito para nosotros.
Desde el comienzo, cuando sabíamos que indicábamos el tratamiento con plasma de manera empírica, como lo hacían en muchas partes del mundo, y hasta la fecha, llevamos más de 1700 tratamientos en toda la provincia. Hacemos un seguimiento puntilloso con base de datos tanto del donante como de los pacientes tratados; registrando evolución clínica y de otras treinta variables de laboratorios que fueron tomadas de cada uno de los pacientes tratados con Plasma”.
¿Cómo evalúan a los pacientes?
Desde hace unos meses atrás, a nosotros nos preocupó cómo evaluar a los pacientes; para lo cual formamos el llamado Grupo Plasma que está integrado por investigadores de las facultades de Bioquímica y de la de Medicina, ambas pertenecientes a la Universidad Nacional de Rosario. Además, desde la Facultad de Ingeniería, aportaron una matriz estadística, en la que trabaja un grupo de gente muy joven que aplica Inteligencia Artificial para alcanzar mayor precisión y certeza en los datos recogidos; esto es necesario en estudios en donde se deben barajar una gran cantidad de variables que intervienen en el análisis. Por lo cual, calculamos que, en los próximos meses tendremos una evaluación acorde con la importancia del estudio.
Por otra parte, nosotros cotejamos nuestros datos con los trabajos publicados por Fernando Polack y por el grupo del Hospital Italiano de Buenos Aires, quienes tuvieron un resultado diferente; este análisis nos muestra con claridad que el tratamiento con plasma humano de convaleciente con ALTOS TÍTULOS DE ANTICUERPOS es efectivo. A diferencia de lo que nos pasaba al principio de la pandemia, ahora disponemos de los equipos necesarios para medirlos.
Lo que hoy podemos valorar es que ese tipo de plasma, con los títulos altos de anticuerpos son los indicados y que no todo paciente convaleciente cuenta con un plasma de esas características. Por lo cual nosotros estamos haciendo screening de anticuerpos permanentemente y estudiamos el plasma de los voluntarios convalecientes que solidariamente donan su plasma, y vemos que el 30% de los mismos tienen títulos altos. Éstos coinciden con aquellos pacientes que mayor gravedad sufrieron durante el transcurso de su enfermedad y lograron recuperarse.
Al contrario, hemos visto que, en los pacientes con una enfermedad leve carecen de los anticuerpos que nosotros necesitamos para transfundir.
¿Hoy se disponen, además, otras alternativas?
Sí. Correcto. Hoy se comienzan abrir diferentes alternativas, como el suero hiper inmune, producido en nuestro país a partir del plasma de equinos y que aporta altísimos títulos de anticuerpos.
Hoy, tenemos claro, que hay un grupo de pacientes, tal vez reducido que se pueden mejorar y recuperar con la infusión tanto de plasma humano como de plasma equino. Siempre que se actúe con rapidez en el diagnóstico y podamos llegar a indicarles el tratamiento dentro de los siete días de inicio de los síntomas.
Doctor Perichón, ¿podemos decir que se ha hecho mucho en poco tiempo?
No tengo ninguna duda. Nosotros en la carrera de medicina casi no estudiamos pandemias; tampoco en el mundo. Lo que ha pasado es que la ciencia, los científicos, el personal sanitario, desde su lugar de primera línea, han dado una respuesta, producto del esfuerzo y la dedicación y, en menos de un año, se han encontrado vías que nos permitan, hoy, tratar mejor a los pacientes, muchos de los cuales sobreviven por la aplicación de esas nuevas terapéuticas.
Escuché decir a alguien que cuando la humanidad se enfrenta a este tipo de desafíos hacen su aparición, la necesidad del alimento y de la energía necesaria para recuperar al mundo. En esta pandemia se agrega algo más y es el conocimiento; éste permitió que, en un año, hayamos podido contar con recursos para enfrentarla con eficiencia.
De todos modos, no deberemos olvidar que, después que esto pase, deberemos analizar qué nos pasa a la sociedad mundial que recurrimos a esta pulsión de arrimarnos al peligro y arriesgar nuestras vidas.
Doctor Mario Armando Perichón, director CUDAIO Santa Fe