El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que afecta, por lo general, a personas mayores que viven solas. Quienes lo padecen comienzan a descuidar su higiene, alimentación y/o salud, a la vez que acumulan grandes cantidades de dinero y desperdicios domésticos.
De esta forma, y con el abandono extremo del autocuidado, sumado al aislamiento social y acumulación compulsiva de objetos y basura en el hogar, quienes padecen este síndrome rechazan la ayuda externa, generalmente por no ser conscientes de su situación.
La historia
El nombre de este síndrome fue acuñado en 1975, inspirándose en el filósofo griego Diógenes de Sínope, quien promovía una vida austera, aunque esto no se vincula netamente con el trastorno. Según expertos, este síndrome suele manifestarse en mayores de 65 años, especialmente quienes viven solos.
Asimismo, se asocia a enfermedades mentales como demencia, depresión, depresión psicótica y diversos trastornos de personalidad. Por otra parte, la acumulación no sigue patrones lógicos y se puede convivir con una percepción errónea de pobreza, a pesar de disponer de recursos económicos.
Entre los principales síntomas, se encuentran:
-Abandono de la higiene personal y del entorno.
-Acumulación de objetos inservibles y basura.
-Aislamiento social y reclusión en el domicilio.
-Negación de la enfermedad y rechazo de ayuda.
-Alteración de la función cognitiva y del juicio.
Diagnóstico y tipos
El diagnóstico se basa en la observación del entorno y en la información de familiares o vecinos. Se distinguen dos tipos: uno primario, sin patologías psiquiátricas previas; y otro secundario, asociado a trastornos como demencia o esquizofrenia. Es clave la diferencia con el trastorno obsesivo compulsivo de la acumulación, con el que se comparten ciertas conductas.
Prevención y tratamiento del síndrome de Diógenes
La detección temprana es clave, y suele depender del entorno cercano. El tratamiento combina atención médica, apoyo psicológico y servicios sociales, pero la intervención es compleja si la persona no está incapacitada legalmente, ya que puede rechazar cualquier tipo de asistencia. Sin embargo y con un diagnóstico detallado, es posible realizar las intervenciones pertinentes a raíz del riesgo por la propia vida.
Fuente: EFE.