Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 5% de adultos padecen depresión, siendo a su vez más frecuente en mujeres que en hombres. En vísperas del Día Mundial contra la Depresión, conmemorado cada 13 de enero, especialistas decidieron desmitificar algunas creencias que no son ciertas.
Profesionales de la salud mental explican que la depresión es un trastorno mental que, dependiendo de su intensidad, puede afectar en diferentes ámbitos de la vida. Entre los síntomas y comportamientos más frecuentes se encuentran:
-Disminución del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días.
-Pérdida importante de peso sin hacer dieta, o aumento de peso.
-Alteraciones en el estado del sueño. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
-Se detecta una agitación o retraso psicomotor casi todos los días.
-La persona se siente fatigada o con pérdida de energía casi todos los días.
-Aparecen sentimientos de inutilidad o culpabilidad excesiva.
-Alteración en la capacidad de concentrarse o en la toma de decisiones.
-Pensamientos de muerte recurrentes.
Seis mitos sobre la depresión
Además de utilizar peyorativamente el concepto de "estar deprimido" o "sentirse depresivo", existen algunas creencias colectivas que no son ciertas. Por este motivo, expertos en salud mental consideran fundamental romper con dichos mitos. Los seis más frecuentes son:
-Estar deprimido es un sinónimo de estar triste: Hay una diferencia significativa entre estar triste y sufrir depresión, ya que la tristeza es una emoción mientras que la depresión es un trastorno mental que engloba una serie de síntomas que afectan de manera considerable en la vida del paciente que la padece.
-La gente con más recursos económicos es más propensa a sufrir depresión: Puede afectar a cualquier persona, de cualquier procedencia, nivel económico y en cualquier edad. Las dificultades suelen estar en el acceso a los recursos adecuados para paliarla.
-La depresión es una cuestión de actitud o voluntad: La depresión es el resultado de diversas interacciones complejas entre variables biológicas, sociales y psicológicas que incapacitan al paciente a llevar una vida normal, bloqueando sus capacidades y competencias para sobreponerse de manera voluntaria.
-La depresión es para toda la vida: La duración de un episodio depresivo puede variar en función de diversas variables, pudiendo abarcar meses o incluso años.
-La depresión se puede fingir: Los criterios diagnósticos que encajan con un criterio de depresión es muy complejo de fingir, además de comprender que es muy desgastante el sufrimiento que produce en la persona que la padece.
-No requiere de tratamiento: Para lograr una mejora en el paciente es necesario un adecuado diagnóstico y tratamiento para mejorar el pronóstico y la evolución.
Hábitos saludables contra la depresión
Si bien seguir los mismos no exime de la posibilidad de padecer depresión en su completud, sí se trata de hábitos que permiten conectar con emociones positivas y la posibilidad de contar con más herramientas psicoemocionales para afrontar distintas situaciones:
-Mantener un estilo de vida saludable.
-Procurar mantener el contacto social.
-Practicar alguna actividad física de manera regular, preferiblemente al aire libre, y en contacto con otras personas.
-Realizar actividades de ocio y disfrute.
-Mantener una red de apoyo social sólida con quien poder expresar cómo se siente.
-Pedir ayuda a familiares o seres queridos del entorno.
-Intentar estar en entornos seguros, donde se sienta acogido, cuidado y entendido.
-Priorizar sus tareas sin caer en niveles exagerados de exigencia.
-Plantearse objetivos y metas realistas. Entender que una depresión puede requerir un periodo largo, desgastante y frustrante en muchas ocasiones.
-No dudar en pedir ayuda a un profesional de la Psicología.
Qué hacer en caso de conocer a una persona que padece depresión
Para colaborar con el bienestar de una persona que se encuentra padeciendo este trastorno, los expertos recomiendan:
-Escuchar: Esto puede ser más difícil de lo que parece. Es posible que se tenga que escuchar lo mismo una y otra vez. Por lo general, es mejor no ofrecer consejos a menos que te los pidan, aunque la respuesta te parezca perfectamente clara. Si la depresión ha sido provocada por un problema concreto, tal vez puedas ayudar a encontrar una solución o, al menos, una forma de afrontar la dificultad, a sabiendas de que puede no ser tomada en cuenta.
-Pasar tiempo con ellos: Es útil simplemente pasar tiempo con alguien que está deprimido. Hacerles saber que estás ahí para ellos puede ayudar a animarlos a hablar y a seguir haciendo cosas para sentirse mejor.
-Apoyar su autocuidado: Asegurarse de que compra suficientes alimentos y come regularmente, con una buena cantidad de fruta y verdura en su dieta. Se puede ayudar a salir y hacer algo de ejercicio u otras actividades agradables, que pueden ser una mejor alternativa que el uso de alcohol o drogas para hacer frente a sus sentimientos.
-Tomarlo en serio: Si empeora y empieza a hablar de no querer vivir o incluso insinuar que se va a hacer daño, tomarlo en serio. Asegurarse de que acuda a un profesional y se lo comente.
-Animarlo a aceptar ayuda: Que vea a su médico, tome su medicación o hable con su terapeuta.
-Cuidar de uno mismo: Apoyar a alguien que se siente deprimido puede ser emocionalmente agotador, por lo que hay que asegurarse de cuidar la propia salud mental y bienestar.
Fuente: EFE Salud.