Las consultas en fertilidad son cada vez más frecuentes. Sin embargo e históricamente, son las mujeres quienes las realizan con mayor frecuencia o quienes inician las mismas suponiendo que la raíz de la problemática se encuentra en ellas. En contraposición a ello, los expertos resaltan que en aproximadamente el 50% de las parejas infértiles se puede identificar un factor de infertilidad masculina.
Desde el Centro Médico Proar, centro rosarino con 29 años de trayectoria en medicina reproductiva, la Dra. Antonela Gioielli, Uróloga, Andróloga y especialista en Disfunciones Sexuales dialogó con Rosario3 y subrayó: “Siempre que hay un problema de fertilidad ambos miembros de la pareja tienen que consultar de forma simultánea para comenzar a estudiarse de esa forma, en conjunto, al mismo tiempo. De lo contrario, se pueden retrasar abordajes necesarios para un tratamiento efectivo”.
En este aspecto, profundizó: “Muchas veces los varones retrasan su consulta o no la creen tan importante. Normalmente se empieza a estudiar a la mujer y el varón retrasa su consulta porque hay un mito social que sostiene que la fertilidad sea apuntada a la mujer. En el 50% de las parejas infértiles hay un factor masculino”.
¿Es fértil el hombre a cualquier edad?
“Hay un mito muy frecuente que se cree, que es que el hombre es fértil a cualquier edad. Si bien el llamado ‘reloj biológico’ no es tan uniforme como en las mujeres que, estadísticamente, a los 35 años disminuimos nuestra reserva ovárica; en los varones la fertilidad comienza a caer a partir de los 40 años, aunque la afectación no es tan uniforme como en las mujeres. Hay varones que pueden continuar siendo fértiles a medida que pasan sus años, pero hay otros que no”, explicó la Dra. Gioielli.
Y profundizó: “Empiezan a verse alteraciones en la calidad y, con el tiempo, en la cantidad de espermatozoides disponibles. Esto está muy asociado a la edad, pero también a comorbilidades, muchas de ellas respecto del estilo de vida y problemáticas como la hipertensión, diabetes, sedentarismo, tabaquismo, entre otras. Todo ello afecta a la calidad en la salud y, así también, a la cantidad y calidad de espermatozoides”.
La consulta en Uroandrología
“Hay una realidad que es que, por lo general, los varones no suelen recurrir a hacerse controles de salud básicos con una frecuencia sostenida como sí sucede en el caso de las mujeres a partir de la consulta ginecológica que, mayormente, se realiza una vez al año”, explicó la Dra. Gioielli.
En tal sentido, reforzó la importancia de realizar los controles médicos al menos una vez al año para así detectar cualquier situación que pueda estar afectando a la salud de ese varón en particular y que, a su vez, pueda estar afectando a su cantidad y calidad de espermatozoides.
En su especialidad, la profesional realiza en la primera consulta por infertilidad un primer abordaje que recorre la historia clínica del paciente, consultando por sus antecedentes médicos y quirúrgicos, problemáticas que hayan afectado a los testículos, ingesta de alguna medicación y realización de tratamientos por enfermedades de consideración.
Posteriormente, también se analiza la situación actual respecto de su salud. “Luego se pide un espermograma para evaluar cantidad y calidad de espermatozoides, ecografía de testículos y análisis de sangre. Si se encuentra alguna alteración en estos estudios, se realizan otros más específicos para continuar evaluando”, sostuvo.
Dentro de la infertilidad, hay causas tanto reversibles como irreversibles: “Podemos mejorar la cantidad y calidad espermática por medio de diferentes tratamientos. Lo importante es realizar la consulta con el tiempo suficiente para que los tratamientos indicados hagan efecto, ya que un espermatozoide tarda alrededor de 3 meses en formarse. Entonces, cualquier tratamiento que hoy indiquemos, veremos un resultado recién en 3 meses. Lo mismo sucede con cuestiones de cambios respecto del estilo de vida, o causas que se pueden resolver quirúrgicamente como un varicocele”.
Consultar a tiempo para tratamientos más efectivos
Los tratamientos en fertilidad son procedimientos costosos y, a la vez, que requieren de poner el cuerpo y recurrir a un gasto energético muy grande para ambos miembros de la pareja, pero sobre todo para las mujeres. Es por ello que resulta clave que, al momento de iniciar el procedimiento, la calidad de espermatozoides de la pareja sea la mejor posible para garantizar una mayor probabilidad de éxito. Para lograr esto, es necesario consultar con el tiempo suficiente y realizar los estudios adecuados.
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