El dolor de cabeza o cefalea es uno de los motivos de consulta al médico más frecuente, porque en algunos casos suele ser incapacitante y crónico.
Las cefaleas primarias, que no tienen por etiología procesos estructurales ni metabólicos subyacentes y representan más del 90 por ciento de los casos, pueden distinguirse entre tensionales, que representan entre un 38 y un 78 por ciento de los casos; migraña, con entre un 12 y un 18 por ciento; en racimos y autonómicas trigeminales, con un 8 por ciento.
“El estrés es un factor clave en el desencadenante de la cefalea y, en especial, de la cefalea tensional”, indicó a Infosalus el doctor Pablo Baz, experto español en Neurología. Por otro lado, la alteración del patrón del sueño es otro factor precipitante. “Factores hormonales como la menstruación pueden influir de forma muy sintomática, el uso de anticonceptivos hormonales, factores alimentarios como edulcorantes o alcohol y, también, se ha asociado al chocolate y al queso curado, tradicionalmente”, añadió el experto.
También hay ciertos esfuerzos físicos y factores climáticos como cambios bruscos de temperatura, la exposición a la luz intensa, el tabaco y determinados fármacos, y hasta enfermedades infecciosas que la precipitan.
En este contexto, “el tratamiento adecuado sería retirar el factor desencadenante que lo ha producido, ya que la mayor parte son cefaleas primarias y benignas”, recomendó Baz y aconsejó también “descanso adecuado y evitar factores de estrés, así como las sustancias tóxicas descritas anteriormente”.
Por otra parte, también pueden usarse fármacos, como el paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos y metamizol. En cuanto a la familia de fármacos de los triptanes recomendó dejarlos para procesos de migraña crónica, siendo bastante efectivos y generalmente de un sólo uso.