Según un reciente estudio, se descubrió que el cerebro es capaz de detectar la estructura lingüística básica de una frase con extrema rapidez: 150 milisegundos, es decir, la velocidad de un parpadeo. El estudio proviene de un equipo de investigadores en lingüística y psicología de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) y fue publicado en Science Advances y Journal of Neuroscience.
“Nuestro trabajo muestra cómo el cerebro procesa el lenguaje cuando puede percibir un fragmento de varias palabras a la vez. Esto no es posible con el habla, que transmite el lenguaje de forma incremental, sonido a sonido”, afirmaron.
En este aspecto, cuando se le presenta al cerebro una frase corta y completa de una sola vez (al igual que cuando se percibe una escena visual), el mismo puede captar su estructura más rápido de lo que suele tardar en oír una sola sílaba.
Consumo rápido de contenidos digitales
A partir del correo electrónico, redes sociales y smartphones, la experiencia de lectura pasó de ser una actividad contemplativa y pausada a convertirse en un consumo rápido y fragmentado de contenidos digitales, con mensajes cortos que llegan de manera constante.
“Este cambio ha dejado claro que nuestros cerebros no solo tienen la capacidad de procesar instintivamente mensajes rápidos, sino que también pueden tomar decisiones rápidas basándose en ellos, como conservar o eliminar un correo electrónico o cómo responder a una breve actualización en las redes sociales”, explicaron.
En este punto, los expertos se preguntan hasta qué punto hay una real comprensión de estos mensajes rápidos y cómo son gestionados: “El hecho de que nuestros cerebros puedan, al menos de algún modo, captar el significado de estos mensajes rápidos de un solo vistazo puede revelar algo fundamental sobre el potencial de procesamiento del sistema lingüístico”.
Cabe destacar que se trata de conclusiones provisionales ya que sólo es el primer estudio de un programa de investigación más amplio.
Cómo se entiende el lenguaje
Los científicos comenzaron su investigación considerando las explicaciones científicas actuales sobre cómo se entiende el lenguaje, centrándose en modelos de procesamiento de frases palabra por palabra. Su conclusión es que estos modelos no explican la rapidez con la que el cerebro procesa frases enteras de un vistazo.
Para comprenderlo mejor, se llevó a cabo una serie de experimentos donde se midió la actividad cerebral a través de magnetoencefalografía, mientras los participantes leían listas de palabras que eran oraciones gramaticales o listas de sustantivos.
El córtex temporal izquierdo del cerebro -utilizado para la comprensión del lenguaje- empieza a distinguir frases sencillas de tres palabras de listas de palabras no estructuradas como 130 milisegundos después de verlas.
“Esta velocidad sugiere que la comprensión rápida de una frase puede parecerse más a la percepción de una escena visual que al proceso más lento, paso a paso, que asociamos con el lenguaje hablado”, explicaron.
El cerebro "corrige" los errores
Por otra parte, descubrieron que cuando una frase contiene un error de concordancia o carece de un significado plausible, esta rápida detección de la estructura se produce en el córtex temporal izquierdo: “Esto sugiere que las señales reflejan la detección de la estructura básica de la frase, pero no necesariamente otros aspectos de la gramática o el significado”.
Otra investigación relacionada con estas señales rápidas publicada en el Journal of Neuroscience corroboró esta idea. Demostró que incluso los pequeños errores en la estructura de una frase provocan un descenso en la respuesta rápida del cerebro. Estos pequeños errores pueden pasar desapercibidos para los lectores.
De hecho, se observó que, a partir de unos 400 milisegundos, el cerebro parece "corregir" el error, procesando la frase como si fuera totalmente gramatical: “El cerebro no solo reconoce rápidamente la estructura de la frase, sino que también corrige automáticamente los pequeños errores”. “Esto explica por qué los lectores suelen pasar por alto errores menores: sus cerebros ya los han corregido internamente”, añadieron.
“Nuestros hallazgos pueden aportar información valiosa sobre las capacidades intrínsecas del cerebro para procesar el lenguaje, independientemente del flujo secuencial habitual del lenguaje hablado”, concluyeron los expertos.
Fuente: SINC.