El trabajo médico más conocido de Parkinson fue “An Essay on the Shaking Palsy” (Ensayo sobre la Parálisis Agitante) de James Parkinson, de 1817. Fue la primera persona en describir la condición que hoy se considera una enfermedad y lleva su nombre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 11 de abril como recordatorio de la enfermedad, con el objetivo de generar conciencia de los síntomas y las necesidades que padecen las personas por este mal, alentando al diagnóstico precoz y al tratamiento adecuado.
En el año 2019 se calculaban 8,5 millones de personas en el mundo que padecían la enfermedad, para el 2030 la OMS estima que el número crecerá a 12 millones. En Argentina, si bien no hay cifras oficiales, se calcula que cerca de 100 mil personas conviven con esta enfermedad.
Se trata de una enfermedad neuro–degenerativa, la cual no tiene al día de hoy un tratamiento de cura definitiva ni un método para hacer más lento el deterioro en la persona una vez diagnosticada, lo cual hace que sea de suma importancia informarnos en general en relación a la misma.
¿Qué es la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor, una sustancia química presente en el cerebro y otros tejidos del cuerpo que actúa como mensajero químico entre las células nerviosas. Juega un papel crucial en el sistema nervioso central y desempeña diversas funciones en el cuerpo humano.
La dopamina está asociada con la regulación del movimiento, el control del estado de ánimo, la motivación y la recompensa. Se encuentra en regiones específicas del cerebro, como el área tegmental ventral y el núcleo accumbens, que forman parte del sistema de recompensa del cerebro. Este sistema está involucrado en la sensación de placer, la motivación y la gratificación.
Además de su papel en el sistema de recompensa, la dopamina también está implicada en la regulación del movimiento. La falta de dopamina en ciertas áreas del cerebro, como en los casos de enfermedad de Parkinson, puede resultar en la aparición de síntomas motores, como temblores y dificultad para coordinar los movimientos.
La dopamina también está relacionada con los trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En estos trastornos, se cree que hay una disfunción en los circuitos de dopamina en el cerebro, lo que puede contribuir a los síntomas característicos de estas condiciones.
En resumen, la dopamina es un neurotransmisor importante que desempeña un papel fundamental en la regulación del movimiento, el estado de ánimo, la motivación y la recompensa en el cerebro humano.
Los síntomas más comunes en quienes padecen esta enfermedad son temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula o la cabeza; rigidez muscular, donde el músculo permanece contraído durante mucho tiempo; lentitud de movimiento; deterioro del equilibrio y la coordinación, lo que a veces provoca caídas.
¿Cómo empieza a manifestarse el Parkinson?
En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que la afección evoluciona.
En su etapa inicial, la persona tiene síntomas leves que generalmente no interfieren con las actividades diarias. Los temblores y otros síntomas del movimiento sólo se presentan en un lado del cuerpo. Ocurren cambios en la postura, el andar y las expresiones faciales.
La sintomatología y la cronicidad de esta enfermedad -que cada vez se diagnostica en personas más jóvenes- hacen que el acompañamiento y atención de los pacientes por parte de equipos de salud sean fundamentales y necesarios por muchos años. Conforme la edad va avanzando, la sintomatología puede hacerse más intensa o puede que la medicación no la controle tan bien. Por eso, es importante conocer algunos consejos útiles para mejorar el día a día y hacer más fácil la rutina diaria.
El autor de la nota padece la enfermedad de parkinson desde hace 10 años.