Este sábado, 21 de septiembre, se conmemora el Día Mundial del Alzheimer. Por tal motivo, desde las distintas asociaciones y organizaciones exhiben los recientes avances que son motivo de optimismo.

Nuevas terapias, la investigación respecto de una posible vacuna, y la detección por los valores en sangre, muestran resultados prometedores. Asimismo, las tecnologías de diagnóstico están mejorando la capacidad de intervenir lo más pronto posible en pos de garantizar una mejor calidad de vida.

Enfermedad de Alzheimer

Se trata de una patología neurodegenerativa que se caracteriza por el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria. Aparece cuando, en las placas cerebrales, se produce un exceso de proteína beta-amiloide. La misma es esencial para transmitir información entre neuronas. A su vez, disminuye otra proteína, el tau positivo, que empeora el proceso cognitivo.

Antes de que aparezcan los primeros síntomas, los depósitos van formando placas entre las neuronas que resultan tóxicas, y son los responsables del progresivo deterioro cognitivo. Las proteínas son una parte importante de los diferentes procesos celulares que tienen lugar en el organismo. Estas macromoléculas, formadas por aminoácidos, y compuestas por Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno, intervienen en casi todos los procesos biológicos a nivel celular.

Una patología que se presenta silenciosamente

Desde la Asociación Internacional de la Enfermedad del Alzheimer aseguran que los síntomas de la enfermedad afectan de tal forma a las familias que cuidan a estos pacientes que llegan a alterar a su salud mental. En un comienzo, la persona se vuelve olvidadiza y esto se confunde fácilmente con el envejecimiento natural y la pérdida de facultades.

Sin embargo, esta patología va más allá. Quien la padece no reconoce su entorno hasta el punto de sufrir trastornos de conducta llegando muy probablemente al fallecimiento por los estragos cognitivos. Por tanto, se depende de un cuidador las 24 horas del día. Esto supone un grave problema desde lo económico y social, por lo que en varias ocasiones se debe contar con la ayuda de distintas asociaciones para poder sobrellevar todos los cambios.

Nuevos avances

-Terapias Basadas en anticuerpos monoclonales: Estos tratamientos incluyen medicamentos como aquellos de solución líquida intravenosa. Su mecanismo de acción es un anticuerpo monoclonal IgG1 humanizado que se une a las protofibrillas solubles de beta-amiloide. Así disminuye la aglomeración de beta-amiloide, que empeora el Alzheimer al formar placas seniles en la sustancia gris del cerebro y degenerar el sistema nervioso.

Los anticuerpos monoclonales tratan de imitar a los anticuerpos que el cuerpo produce de forma natural en el contexto de la respuesta del sistema inmunitario a agentes extraños o a las vacunas. Este tipo de anticuerpo mostró resultados alentadores en ensayos clínicos al ralentizar significativamente el deterioro cognitivo en pacientes con Alzheimer leve.

-Posibles vacunas: En diciembre de 2023, Araclon Biotech, del Grupo Grifols, anunció resultados positivos en la Fase 2 del ensayo de la vacuna ABvac40. Diseñada para pacientes en etapas tempranas de la enfermedad, este experimento de vacuna ha mostrado una respuesta significativa en la progresión de la enfermedad con un perfil de seguridad favorable. Aunque el ensayo no fue lo suficientemente potente para medir su eficacia a gran escala.

Simultáneamente, en Suiza, se han investigado otras vacunas como ACI-35.030, que tiene como objetivo disminuir la proteína tau, que aumenta en los pacientes con EA como una de las principales causantes del deterioro cognitivo. Los ensayos iniciales de esta vacuna han mostrado que es capaz de inducir una respuesta inmune robusta, lo que podría prevenir la formación de ovillos neurofibrilares y ralentizar la progresión del Alzheimer.

-Diagnósticos tempranos: El diagnóstico temprano es crucial para tratar el Alzheimer de manera efectiva. Recientes avances en imágenes cerebrales y biomarcadores han mejorado la detección precoz de la enfermedad, permitiendo intervenir en fases más tempranas.

Futuro esperanzador

A pesar de que la investigaciones se encuentran todavía en fase inicial, los avances actuales acercan a un futuro donde el Alzheimer podría ser prevenible o, al menos, mucho más llevadero.

Mientras tanto, seguir una dieta rica en omega-3, aprender nuevas habilidades y mantenerse física y mentalmente activo son métodos recomendados para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. Por ejemplo, leer, ejercitar el cálculo, incluso escuchar música pueden ayudar como un impulso estimulante en el sistema neurológico de los posibles afectados.

Fuente: EFE.