A partir del informe "La pobreza alimentaria infantil: Privación nutricional en la primera infancia", Unicef dio cuenta de las crecientes desigualdades, conflictos y crisis climáticas que, combinados con el aumento de los precios de alimentos y sobreabundancia de comida no saludable, arriban al resultado de niños y niñas incapaces de consumir una alimentación nutritiva y variada en la primera infancia, clave para su desarrollo integral.
En todo el mundo, millones de progenitores y familias intentan proporcionar a niñas y niños pequeños los alimentos que necesitan para desarrollar plenamente sus capacidades. Sin embargo, diferentes situadciones condenan a millones de niños y niñas a la pobreza alimentaria en sus primeros años de vida.
Según el organismo, el concepto de "pobreza alimentaria infantil" alude a la incapacidad de niños y niñas de obtener y consumir una alimentación nutritiva y variada en la primera infancia, perjudicando la finalidad de ingerir los nutrientes esenciales para su supervivencia, crecimiento físico y desarrollo cognitivo.
Entre los principales hallazgos, cabe citar los siguientes:
-A nivel mundial, uno de cada cuatro niños y niñas vive en situación de pobreza alimentaria infantil grave en sus primeros años de vida, lo que supone 181 millones de niños menores de 5 años.
-El progreso hacia el fin de la pobreza alimentaria infantil grave es lento, pero algunas regiones y países están demostrando que es posible y que está ocurriendo.
-Tanto los niños y niñas que viven en hogares pobres como los que viven en hogares más acomodados sufren a causa de la pobreza alimentaria infantil grave, lo que indica que los ingresos de los hogares no son el único factor determinante de la pobreza alimentaria infantil.
-Los niños y niñas que viven en situación de pobreza alimentaria infantil grave no consumen muchos alimentos ricos en nutrientes, mientras que otros alimentos no saludables sí se refuerzan en su alimentación.
-La crisis alimentaria y nutricional mundial y los conflictos y crisis climáticas locales están intensificando la pobreza alimentaria infantil grave, especialmente en países frágiles.
-La pobreza alimentaria infantil grave está impulsando la desnutrición infantil: el porcentaje de niños y niñas que viven en situación de pobreza alimentaria infantil grave es tres veces mayor en países con una alta prevalencia de retraso en el crecimiento infantil.
Llamamiento a la acción: Acabar con la pobreza alimentaria
La magnitud de la pobreza alimentaria infantil grave, la lentitud de los progresos de la última década y las repercusiones de esta pobreza en la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo infantiles exigen un cambio radical en el compromiso, las acciones y la rendición de cuentas.
Para hacer frente a la desnutrición infantil, los gobiernos y sus aliados deben invertir en medidas destinadas a mejorar el acceso de los niños y las niñas a alimentos nutritivos y variados y a acabar con la pobreza alimentaria infantil grave.
En este aspecto, Unicef hace un llamamiento a los gobiernos nacionales, las organizaciones humanitarias y de desarrollo, los donantes, la sociedad civil, los medios de comunicación y las organizaciones académicas y de investigación para:
-Considerar la reducción de la pobreza alimentaria infantil como un requisito para alcanzar los objetivos nacionales y mundiales en materia de nutrición y desarrollo, y como indicador del éxito en el cumplimiento del derecho de la infancia a la alimentación y la nutrición; así como comprometer recursos para acabar con la pobreza alimentaria infantil.
-Transformar los sistemas alimentarios garantizando entornos en los que los alimentos nutritivos, diversos y saludables sean la opción más accesible, asequible y deseable para alimentar a los niños y niñas pequeños, y que la industria de alimentos y bebidas cumpla las políticas para proteger a la infancia de los alimentos y bebidas poco saludables.
-Aprovechar los sistemas sanitarios para prestar servicios esenciales de nutrición, en particular de asesoramiento y apoyo sobre alimentación infantil, con el fin de prevenir y tratar la desnutrición infantil, dando prioridad a los más vulnerables.
-Activar los sistemas de protección social para abordar la pobreza de ingresos de forma que respondan a las necesidades alimentarias y nutricionales de los niños y niñas más vulnerables y sus familias. Esto debe incluir la concesión de transferencias sociales para proteger a los niños y niñas que corren un mayor riesgo de sufrir pobreza alimentaria infantil.
-Reforzar los sistemas de datos para evaluar la prevalencia y gravedad de la pobreza alimentaria infantil; detectar tempranamente el aumento de esta pobreza, en particular, en contextos frágiles y humanitarios; y hacer un seguimiento de los progresos nacionales y mundiales en la reducción de la pobreza alimentaria infantil grave.
Fuente: Unicef.