El alto consumo de carbohidratos refinados, especialmente de azúcares añadidos, aumenta el riesgo de insomnio en mujeres posmenopáusicas. Así lo sugiere un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
Diferentes tipos y cantidades de carbohidratos aumentan los niveles de azúcar en la sangre en diversos grados, si bien los carbohidratos altamente refinados, como los azúcares añadidos, el pan blanco, el arroz y las gaseosas contienen un índice glucémico más alto y causan un aumento más rápido del azúcar en la sangre.
Así lo demuestra un estudio publicado en el 'The American Journal of Clinical Nutrition' y reproducido por Europa Press, para el cual los expertos analizaron a más de 50.000 mujeres que habían participado una iniciativa sobre salud e informado de los alimentos que habían ingerido.
Los investigadores se centraron en analizar si las que tenían un índice glucémico dietético más alto tenían más probabilidades de desarrollar insomnio, planteando la hipótesis de que los picos y los mínimos del azúcar en la sangre después de comer carbohidratos refinados pudieran desencadenarlo.
De este modo descubrieron que cuanto mayor es el índice glucémico en la dieta, especialmente cuando se consumen azúcares añadidos y granos procesados, mayor es el riesgo de desarrollar insomnio. Además, comprobaron que las mujeres que consumían más verduras y frutas tenían menos probabilidades de sufrirlo.