El impacto de la educación en salud y de qué forma avanzar en la materia en la región fue el tema central del último encuentro virtual de expertos organizado por la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR).

En tal sentido, el presidente de ILAR, Juan Thompson, sostuvo: “El autocuidado es una estrategia fundamental para que los países latinoamericanos logren la mejoría esperada en salud".

El saber empodera

La estrategia Salud 2020 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Política sobre Atención Integrada para Mejorar los Resultados de Salud aprobada en 2022 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) también destacan la educación como un elemento clave para promover el empoderamiento y la participación de los individuos en la toma de decisiones respecto de su salud.

Además, según un estudio realizado por la Federación Global de Autocuidado (GSCF, por sus siglas en inglés), en América Latina “se ahorran 7.200 millones de dólares a los sistemas públicos de salud cuando las personas ponen en práctica el autocuidado, y se proyecta que para el año 2030 este ahorro podría llegar a los 13.000 millones de dólares”.

El autocuidado y la información confiable

Se define al autocuidado como la capacidad de las personas y de las comunidades para promover la salud y prevenir enfermedades. En tal sentido, se incluyen en esta categoría el uso de medicamentos de venta libre y de suplementos alimenticios, dispositivos, diagnósticos y/o intervenciones digitales de alta calidad basados en la evidencia y que se pueden proporcionar total o parcialmente sin la necesidad de una prescripción médica.

La disponibilidad de “información confiable” es indispensable para que la educación en el autocuidado avance en la región, y ésta se puede obtener a través de los profesionales de la salud como los farmacéuticos y nutricionistas, la publicidad, el etiquetado e insertos en los productos de autocuidado.

Por su parte, la vicepresidenta del Foro Farmacéutico de las Américas (FFA), Magaly Rodríguez de Bittner, resaltó el rol “importante del farmacéutico en la alfabetización” en salud para facilitar el autocuidado eficaz. Citó una encuesta del sector que develó que el 43% de los consultados conciben como suficiente la información que reciben en la farmacia para tomar una decisión en materia de autocuidado.

En este contexto, la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), en colaboración con el FFA y la ILAR, facilitaron la traducción de la nueva edición en español del manual “Empoderar el autocuidado: Un manual para farmacéuticos”, dedicado a proporcionar orientación a estos profesionales sobre el apoyo al autocuidado en seis áreas de consultas frecuentes, según explicó Rodríguez.

El rol de los farmacéuticos en la Educación en Salud

Pese a que los farmacéuticos cumplen varios roles para empoderar a la población respecto a su propia salud, hay una “disminución de la fuerza laboral de las farmacias que ha reducido la disponibilidad”.

Eso es un escollo para el avance de la educación en salud, al igual que lo son “las restricciones regulatorias que pueden limitar la capacidad de los farmacéuticos para extender recetas o iniciar terapias para enfermedades menores”, sostuvo Rodríguez.

ILAR destacó que “existe un gran potencial para que profesionales de salud, tomadores de decisiones, sector privado y otras partes interesadas se involucren más en la elaboración de guías y políticas de salud pública que verdaderamente estén centradas en favorecer los conocimientos y capacidades de los individuos para tomar mejores decisiones en salud”.

En el evento virtual también se intercambiaron experiencias de distintos países de la región en temas como comunicación y promoción de prácticas de autocuidado, los beneficios y oportunidades del etiquetado electrónico en productos farmacéuticos, y la importancia de la colaboración público-privada para la educación en salud, entre otros asuntos resaltados por los panelistas.

Fuente: EFE Salud.