La Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una actualización epidemiológica sobre el virus de Oropouche (OROV), en donde se destaca la importancia de reforzar medidas de diagnóstico, manejo clínico, prevención y control vectorial en América.
Desde el comienzo del año y principios de octubre, se reportaron 10.275 casos confirmados en nueve países de la región. Brasil registró la mayoría de casos junto a dos defunciones, y otros países afectados fueron Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Guyana y Perú. Asimismo, se registraron casos importados en Estados Unidos y Canadá, a raíz de registrarse viajes a países con transmisión. De la misma forma fueron detectados casos en Europa.
Tras la última alerta epidemiológica de la OPS el 6 de septiembre pasado, se notificaron 423 casos adicionales de Oropouche, incluso de dos países (Ecuador y Guyana) que no habían informado casos previamente.
La fiebre de Oropouche
Se trata de una enfermedad viral caracterizada por fiebre alta, dolor de cabeza intenso, fotofobia, dolores musculares y articulares, con una resolución generalmente en 2 a 3 semanas. En algunos casos, puede causar complicaciones más graves como meningitis o encefalitis. Actualmente, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos, y el manejo se centra en el alivio sintomático.
En 2024, el virus ha sido detectado en áreas donde no se había reportado transmisión previamente. Además, se han registrado muertes asociadas a la infección, así como casos de transmisión vertical, incluyendo muertes fetales y anomalías congénitas.
La OPS ha solicitado a los Estados Miembros que notifiquen cualquier evento inusual relacionado con la enfermedad, incluyendo defunciones asociadas al OROV y casos de posible transmisión vertical, ya que esta información es crucial para mejorar la vigilancia epidemiológica.
Fortalecer la vigilancia y la prevención
La Organización enfatiza la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica y entomológica, e insta a la implementación de medidas de control vectorial, dado que el OROV se transmite principalmente a través de la picadura del jején Culicoides paraensis. También recomienda la promoción de prácticas de protección personal para evitar picaduras, especialmente para mujeres embarazadas y poblaciones vulnerables.
La OPS alienta a todos los Estados Miembros a seguir las orientaciones establecidas para la detección y vigilancia de Oropouche y a adoptar un enfoque proactivo en la notificación de casos y en la implementación de estrategias de control.
Fuente: OPS/PAHO.