La exposición a metales que provienen de la contaminación ambiental se asocia a un aumento de la acumulación de calcio en arterias coronarias. El mismo es a un nivel comparable a factores de riesgo tradicionales, como sucede con el tabaquismo y diabetes. Así lo manifiesta un estudio de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), publicado en JACC, la revista del Colegio Americano de Cardiología.

Los hallazgos

Según lo encontrado por los investigadores, los metales en el cuerpo se asocian a la progresión de acumulación de placa en las arterias y, potencialmente, se brinda una nueva estrategia para controlar y prevenir la aterosclerosis.

"Nuestros hallazgos resaltan la importancia de considerar la exposición a metales como un factor de riesgo significativo para la aterosclerosis y la enfermedad cardiovascular", señalaron los expertos. Y añadieron: "Esto podría conducir a nuevas estrategias de prevención y tratamiento dirigidas a la exposición a metales".

Aterosclerosis

Esta enfermedad implica que las arterias se estrechen y endurezcan a raíz de la acumulación de placa. Como resultado, puede restringirse el flujo sanguíneo y provocar la formación de coágulos.

Se trata de una causa subyacente de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad arterial periférica (EAP), las formas más comunes de enfermedad cardiovascular (ECV). La aterosclerosis provoca calcio en la arteria coronaria (CAC) que puede medirse de forma no invasiva en pos de predecir futuros eventos cardíacos.

"Este estudio pionero subraya las asociaciones críticas entre la exposición a metales proveniente de la contaminación ambiental y la salud cardiovascular. Nos desafía a ampliar nuestro enfoque de prevención de las ECV más allá de los factores de riesgo tradicionales y a abogar por las regulaciones ambientales más estrictas", resaltaron.

La exposición a contaminantes ambientales

Exponerse a contaminantes como los metales es un factor de riesgo recientemente conocido para la ECV, sin embargo, no hay mucha investigación sobre su asociación con el calcio en la arteria coronaria. Es por ello que los investigadores buscaron determinar cómo los niveles de metales en la orina, los biomarcadores de exposición a metales y las dosis internas de metales afectan en la aterosclerosis.

Para ello se usaron datos de la cohorte prospectiva del Estudio Mutiétnico de la Aterosclerosis (MESA), donde se hizo un seguimiento de 6.418 hombres y mujeres de 45 a 84 años de distintos orígenes raciales libres de ECV clínica para medir niveles de metales en la orina al comienzo del estudio en 2000-2002.

Se examinaron metales non esenciales (cadmio, tungsteno, uranio) y esenciales (cobalto, cobre, zinc), comunes en las poblaciones estadounidenses y asociados a la ECV. La contaminación generalizada por todos estos metales, esenciales y no, se produce por medio de usos agrícolas e industriales como fertilizantes, baterías, producción de petróleo, soldadura, minería y producción de energía nuclear. Además, el humo de tabaco es la principal fuente de exposición al cadmio.

Como resultado, se evidenció que la exposición al metal puede asociarse a la aterosclerosis durante 10 años al aumentar la calcificación coronaria.

Además, se tuvieron en cuenta factores de riesgo tradicionales de ECV como tabaquismo, diabetes y niveles de colesterol LDL. Las asociaciones entre metales y progresión de calcio en la arteria coronaria fueron comparables en magnitud a las de los factores de riesgo tradicionales.

"La contaminación es el mayor riesgo ambiental para la salud cardiovascular. Dada la amplia presencia de estos metales por las actividades industriales y agrícolas, este estudio exige una mayor concienciación y adopción de medidas reglamentarias para limitar la exposición y proteger la salud cardiovascular", concluyeron.

Fuente: Europa Press.