Se trata del estudio "Evaluación de las vacunas Covid-19 en el mundo real" que lideró la directora nacional de Epidemiologia e Información Estratégica de la Nación, Analía Rearte, que analizó la efectividad de las vacunas contra el coronavirus aplicadas en la Argentina.
La investigación se realizó entre enero y septiembre de 2021, y se observó tanto la efectividad para prevenir las infecciones como la muerte por coronavirus en mayores de 60 años.
"Los datos son excelentes", celebró la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en un hilo de Twitter e las últimas horas, en el que explicó los resultados del estudio.
En este sentido, la investigación determinó que la efectividad para prevenir muertes después de las dos dosis de cualquiera de las vacunas fue mayor al 85% (93,1% con Sputnik V; 93,7% con AstraZeneca y 85% con Sinopharm).
En tanto, con una sola dosis la efectividad para prevenir la muerte resultó mayor al 80% en personas entre 60 y 79 años, y se mantuvo estable a lo largo del tiempo, hasta más de tres meses luego de aplicada la dosis.
"De este modo queda evidenciada la solidez de los datos que nos permitieron, hace casi un año, tomar una de las decisiones sanitarias más difíciles e importantes de la pandemia en nuestro país: diferir segundas dosis para alcanzar a la mayor cantidad de personas con la primera", manifestó Vizzotti, al tiempo que reconoció la labor del ministerio y de las y los trabajadores de salud.
"Todos y cada uno de ellas y ellos tuvieron un rol clave en estos dos años", expresó.
Consultada por el trabajo, Rearte indicó a Télam que "en primer lugar hay que resaltar la importancia de la generación de evidencias locales; esto permite tomar decisiones más adecuadas a nuestra realidad, que en pandemia es fundamental".
La funcionaria sostuvo que este estudio "se pudo hacer por la robustez de los datos que tiene Argentina, y ese es un trabajo enorme de muchos equipos de salud, principalmente de epidemiológica que hace años trabajan para que el sistema de vigilancia tenga datos de calidad".
"En segundo lugar, Argentina ha tomado decisiones sanitarias importantes y disruptivas en momentos de mucha dificultad en el acceso a vacunas, y poder demostrar la efectividad de esas medidas es muy importante (en relación a la decisión de diferir la segunda dosis)", indicó.
Rearte recordó que "no es la primera vez que Argentina genera evidencias que hacen que se cambien, por ejemplo, recomendaciones desde la Organización Mundial de la Salud".
"Como antecedente tenemos el caso de la aplicación de una dosis de la vacuna de Hepatitis A. Argentina fue el primer país del mundo en aplicar esta estrategia, respondiendo a la situación epidemiológica local, y con las evidencias generadas por el país, la OMS cambio sus recomendaciones y actualmente es una estrategia utilizada por muchos países", describió.
Y continuó: "Algo similar sucedió con la aplicación de vacuna DTaP (difteria, tétanos y tos ferina) en embarazadas para proteger a los menores de seis meses de coqueluche, decisión tomada también en respuesta a una situación epidemiológica local, con aumento importante de la mortalidad en este grupo de edad. En ese momento Argentina también generó evidencias que sirvieron para mostrar la efectividad de esta estrategia".