Según un estudio reciente, el aumento de la contaminación atmosférica está potencialmente relacionado con un mayor riesgo de resistencia a antibióticos en todo el mundo. Dicha vinculación se reforzó con el tiempo, por lo que disminuir los niveles de contaminación reduciría en gran medida las muertes y costos económicos derivados de infecciones resistentes a antibióticos.
El trabajo fue publicado por The Lancet Planetary Health y, en el mismo, se destaca que dentro del cóctel de componentes que define a la contaminación atmosférica, se encuentran las partículas PM2,5 y PM0,1. El término PM (Particulate Matter) describe partículas sólidas y líquidas que se encuentran en el aire.
Estas dos partículas mencionadas son especialmente finas y son las más preocupantes en torno a los efectos para la salud. Principalmente, este estudio se centra en las PM2,5 que son provocadas por procesos industriales, combustión doméstica de carbón y madera, y transporte por carretera.
7.300 millones de personas en todo el mundo están expuestas directamente a niveles medios anuales de PM2,5 que no son seguros.
La resistencia a los antibióticos
En este aspecto, los autores crearon un amplio conjunto de datos para explorar si las PM2,5 son un factor clave que impulsa la resistencia global a los antibióticos, utilizando información de 116 países desde 2000 hasta 2018.
En total, incluyeron datos que abarcan nueve patógenos bacterianos y 43 tipos de antibióticos. Además, utilizaron información sobre los servicios de saneamiento, la economía, el gasto sanitario, la población, la educación, el clima y la contaminación atmosférica.
Los resultados indican que la resistencia a los antibióticos aumenta con las PM2,5, y que cada incremento del 1% en la contaminación atmosférica está vinculado a aumentos en la resistencia a los antibióticos de entre el 0,5 y el 1,9%, dependiendo del patógeno.
Los niveles más altos por esta causa se registran en el norte de África, Oriente Medio y el sur de Asia. Debido a su gran población, se cree que China y la India son los países en los que los cambios en las PM2,5 tienen un mayor impacto en el número de muertes prematuras por resistencia a los antibióticos.
El futuro
El análisis indica que la resistencia a los antibióticos derivada de la contaminación está relacionada con unas 480.000 muertes prematuras en 2018. Esto condujo a costos económicos adicionales de 395.000 millones de dólares.
La modelización de posibles escenarios futuros indica que, si no se produjeran cambios en las políticas sobre contaminación, en 2050 los niveles de resistencia a los antibióticos en todo el mundo podrían elevarse un 17%. El número anual de muertes prematuras aumentaría a alrededor de 840.000, más en el África subsahariana.