“La información sobre los genes y proteínas descritos en nuestro trabajo podrían formar parte de candidatos vacunales”, indicó Ángeles Zorreguieta, directora del estudio, jefa del Laboratorio de Microbiología Molecular y Celular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora del Conicet.
El trabajo -que hecha luz sobre la bacteria que causa esta enfermedad que produce pérdidas millonarias a nivel global y afecta a principalmente a productores rurales, trabajadores de la carne y veterinarios- fue publicado en la revista Frontiers in Cellular and Infection Microbiology.
“No existen vacunas disponibles al momento en nuestro país para el control del ganado porcino por lo que es un problema en la producción y de salud pública”, afirmó Magalí Bialer, primera autora del trabajo y becaria posdoctoral del Conicet en el grupo de Zorreguieta.
Según se estableció, la bacteria que produce la brucelosis infecta a través del ingreso al organismo por mucosas, con lo cual la vía digestiva y respiratoria suelen ser sus principales vías de entrada.
En los casos crónicos, el patógeno tiende a afectar las articulaciones; además, suele generar abortos en los animales infectados al invadir y replicar en tejido placentario.
Teniendo en cuenta que Brucella infecta esos tejidos, los científicos hicieron experimentos con distintos tipos celulares relevantes en el proceso de infección de la "cepa 1330" (un patógeno que infecta mayoritariamente a porcinos y también a humanos): células óseas, de las articulaciones, del tracto digestivo y de la placenta.
Al analizar la interacción con diferentes células en cultivo, los investigadores comprobaron que tres proteínas (BmaA, B y C) participan en la unión de la bacteria a las células.
“Se llaman adhesinas y constituyen un blanco para futuras estrategias de prevención y tratamiento”, indicó Bialer.
Por otro lado, los científicos realizaron un análisis bioinformático y constataron diferencias en los genes que codifican para las proteínas BmaA, BmaB y BmaC en las distintas cepas y especies de Brucella que afectan a ganado bovino, porcino y caprino.
“Nuestros hallazgos permiten entender mejor los mecanismos de virulencia que poseen las bacterias que generan la brucelosis. La adhesión, proceso biológico en el que nos enfocamos en este trabajo, es particularmente relevante en patógenos intracelulares porque es el paso previo a la invasión y replicación intracelular”, señaló Zorreguieta.
Pablo Baldi, investigador del Conicet, profesor de Inmunología en la Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB) de la UBA e integrante del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral (Idehu, Conicet-UBA), comentó que “un aspecto interesante del estudio es que pudimos evaluar el rol de estas adhesinas en células que son blanco de Brucella al momento del ingreso al individuo y en células que son blanco de la infección sistémica posterior y están involucradas en las consecuencias clínicas de la brucelosis.
"De esta manera, la generación de respuesta inmune contra estas adhesinas a través de estrategias de vacunación puede prevenir el desarrollo de la enfermedad actuando a distintos niveles”, indicó el investigador.
Del estudio también participaron Verónica Ruiz-Ranwez y Diana Posadas (FIL, Conicet); María Victoria Delpino, del Instituto de Inmunología, Genética y Metabolismo (INIGEM, Conicet-UBA); y Mariana Ferrero, de la FFyB de la UBA y del IDEHU.