El estudio, cuyas conclusiones se vuelcan en el Libro Blanco de Interoperabilidad en Salud que acaba de publicar Minsait, una compañía de la empresa tecnológica Indra, contempló entrevistas en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay, que abarcan aproximadamente el 80% de la población en esta zona.
"Según los datos extraídos de las encuestas realizadas, y como conclusiones globales para Latinoamérica, el entorno estratégico resulta el eje mejor valorado por los expertos gracias a la existencia de agendas digitales alineadas con la interoperabilidad, mientras que los ejes con mayor capacidad de mejora están asociados con la formación de los perfiles especializados, el uso de soluciones interoperables por parte de los ciudadanos y el impacto económico y social", señalaron en un comunicado los realizadores.
E indicaron que "por encima de todo ello, el mejor ejemplo de éxito en Argentina ha sido la Red Nacional de Salud. Una iniciativa fruto de la evidente apuesta por la interoperabilidad que ha sido prioritaria para lograr el objetivo de contar con una Cobertura Universal de Salud en el país a partir de la digitalización".
La Red Nacional de Salud Digital es una propuesta que busca asegurar la "interoperabilidad" de los Sistemas de Información en Salud de todo el país.
Según se informa en la página del Ministerio de Salud, "para ello, coordina los esfuerzos de todas las jurisdicciones y todos los sub-sectores del sistema de salud (público, privado y obras sociales), garantizando los derechos de las personas con respecto a la posibilidad de acceder y compartir su información sanitaria cada vez que sea requerida para la atención de su salud".
La red está compuesta por nodos, que representan sistemas de información en salud independientes, utilizados en diferentes niveles como sistemas provinciales, municipales, de un establecimiento asistencial, entre otros.
Cada nodo tiene un sistema de identificación de pacientes y un repositorio de información sanitaria propio, y dependiendo de los modelos de organización de cada uno pueden abarcar un único establecimiento o una red.
En la práctica diaria, esto implica que un médico en su consultorio, atiende a las personas y registra en la historia clínica electrónica toda la información del acto médico: antecedentes, diagnósticos o problemas, plan de cuidado, resultados de laboratorios, medicación, etc.
Luego, en caso de ser necesario, un médico de otro establecimiento o jurisdicción, empleando un software de historia clínica electrónica que utiliza estándares de salud digital, accede a la Red Nacional de Salud Digital y puede consultar el historial médico que el paciente posea en otras instituciones del país, posibilitando una atención más segura y de calidad.
Salud informó que, "para esto, el rol del ciudadano es central, ya que éste definirá los permisos para que los profesionales accedan a su historial médico, utilizando un portal de pacientes conectado a la Red".
"El paciente podrá visualizar registros de su atención en el portal y podrá monitorear el acceso a los mismos", completó.
Según la información de Minsait, la implementación de la Red Nacional de Salud Digital involucró capacitaciones a más de 2.200 integrantes del equipo de salud a nivel nacional, 200 desarrolladores, 22 equipos provinciales con asistencia técnica y más de 18.000 teleconsultas de segunda opinión en 2019.
Así, más de 2.000.000 de pacientes de 16 provincias del país cuentan hoy en día con historia clínica federada con identificación unívoca a nivel nacional y más de 45.000 pacientes ya dieron consentimiento informado para el acceso a sus datos de salud.
Los objetivos de la estrategia de salud digital de la Argentina, que se trabajan desde el 2018, apuntan a concretarse en 2024.