Las personas con hemofilia, un trastorno que provoca que la sangre no coagule normalmente, no presentan un riesgo mayor que otras para contraer el coronavirus ni desarrollar cuadros graves y, si bien pueden vacunarse, hay medidas previas que es conveniente atender, señalaron hoy desde la Fundación de la Hemofilia.
Mediante un comunicado, la organización indicó que a la hora de recibir la vacuna es conveniente que los pacientes con hemofilia sean inyectados con agujas de los calibres más pequeños posibles (idealmente calibre 25-27G) y que se debe "aplicar presión en el sitio durante al menos 10 minutos luego de la inyección para evitar el sangrado".
Por otra parte, se sugirió que "aquellos que presenten hemofilia moderada o severa reciban una dosis del factor VIII o factor IX, según corresponda, previo a la aplicación de la vacuna".
“Estos cuidados son simples; ante cualquier duda la persona con diagnóstico de hemofilia debe contactarse con su médico tratante. Lo importante es que los pacientes no presentan mayores riesgos frente al COVID-19 que una persona sin hemofilia y que aquellos que por otras circunstancias pertenecen a los grupos de riesgo, pueden recibir la vacuna sin contraindicaciones, lo cual es una gran noticia para los pacientes y sus seres queridos”, dijo Daniela Neme, directora médica de la Fundación de la Hemofilia en el comunicado.
En este mismo sentido, ser una persona con hemofilia no genera ninguna contraindicación respecto del control y manejo del coronavirus, incluida la realización de los hisopados.
“Sí es importante, en caso de resultar Covid positivo, y particularmente si se requiere internación, que los profesionales de la salud que lo traten estén al tanto de su condición y se encuentren en línea directa con el médico hematólogo de cabecera de la persona con hemofilia, para despejar cualquier duda acerca de las intervenciones necesarias y los posibles recaudos que se deberían tener”, aclaró Neme.
Si no se trata, la enfermedad puede producir hemorragias repetidas que generan entre otras condiciones daños en los cartílagos y huesos de las articulaciones, particularmente de rodillas, codos y tobillos, con dolor crónico y una severa limitación de la función articular.
En la actualidad, la patología se puede tratar con la administración endovenosa de un factor VIII o IX, que reemplazan a una de las proteínas de la sangre responsables del control de las hemorragias y que las personas con hemofilia no producen correctamente de manera natural.
La hemofilia es una enfermedad de la coagulación de la sangre que es hereditaria y congénita.
Se trata de una condición poco frecuente que suele afectar principalmente a los varones del lado materno; aunque 1 de cada 3 casos surge de manera espontánea, sin antecedentes familiares.
La Fundación de la Hemofilia de la Argentina fue creada en Buenos Aires el 26 de octubre de 1944 por el Alfredo Pavlovsky, bajo el auspicio de la Academia Nacional de Medicina, y fue la primera organización en el mundo constituida para asistir de forma integral a los pacientes con hemofilia, investigar sobre esta enfermedad y prestar ayuda social.