En España se presentó el estudio "El proceso de cese de la conducción en personas mayores", con el objetivo de analizar la seguridad vial en conductores y conductoras mayores a 65 años. Para ello, se indaga en los distintos tipos de deterioro cognitivo y su relación directa con siniestros viales. El estudio está a cargo de la Fundación MAPFRE y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
El estudio
A partir de un estudio transversal con datos recogidos a través de una encuesta online, en donde se incluyeron personas mayores de 65 años que dejaron de ser conductores activos hace más de 5 años, se añadieron distintos parámetros para medir características de Alzheimer, demencia y depresión, entre otros rasgos de patología.
De esta forma y a través de los datos obtenidos, desde el estudio realizaron una serie de recomendaciones para garantizar la seguridad vial de las personas más mayores.
El deterioro cognitivo
La Organización Mundial de la Salud define la demencia como “un término que engloba varias enfermedades que afectan a la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas”. El deterioro cognitivo puede ir precedido de cambios en el estado de ánimo, el control emocional, el comportamiento o la motivación. Extraviar cosas o tener dificultad para encontrar las palabras son algunos de los signos precoces.
Se trata de una cuestión difícil de diagnosticar en sus fases iniciales a diferencia de otras condiciones físicas (como la pérdida de visión), ya que los reconocimientos oficiales de seguridad vial no están diseñados específicamente para detectarlo. Además, según un estudio citado por el informe de MAPFRE, la mitad de los pacientes con deterioro cognitivo no dejan de conducir hasta tres años después del diagnóstico.
A la dureza de un diagnóstico de deterioro cognitivo o demencia se suma, en ocasiones, la recomendación u obligación de tener que dejar de conducir. Aun así, el informe precisa que en el caso de un deterioro cognitivo ligero se puede seguir conduciendo, siempre que las funciones clave para la conducción estén preservadas y no afecten a la seguridad vial.
“Las personas mayores con deterioro cognitivo ligero o demencia tienen más riesgo de realizar infracciones de tráfico y de sufrir accidentes y presentan de 2,5 a 8 veces más riesgo que aquellas sin deterioro”, indica la Sociedad Española de Neurología en su Manual de neurología y conducción, citada en el estudio de la Fundación MAPFRE.
Principales causas del deterioro cognitivo
La enfermedad de Alzheimer representa la principal causa de demencia y en la mayoría de los casos el síntoma inicial y principal es una pérdida de memoria. Otras causas de demencia son la presencia de cuerpos Lewy, que es considerada la segunda causa más frecuente de demencia donde el déficit cognitivo principal es la dificultad atencional o alteración de las funciones ejecutivas y visoespaciales.
El deterioro cognitivo también puede aparecer tras un accidente cerebrovascular, una infección, lesiones reiteradas al cerebro o determinadas deficiencias nutricionales. La actividad física, la participación en actividades e interacciones sociales que estimulen el cerebro y mantengan sus actividades diarias pueden ayudar a las personas con demencia a mantener su calidad de vida y mejorar su bienestar.
Un descenso en el nivel de independencia
A pesar de sufrir menos siniestros, casi la mitad de los mayores encuestados que han dejado de conducir siente que ha reducido su nivel de independencia. Por ello, los expertos recomiendan mejorar el conocimiento sobre la relación entre deterioro cognitivo inicial y la seguridad vial y alcanzar un consenso sobre la mejor forma de diagnosticarlo.
“La prioridad es evitar el riesgo de accidentes y garantizar tanto su seguridad como la de otros, sin restringir la conducción innecesariamente dada la importancia que supone en la autonomía y la movilidad de las personas”, refrenda la Sociedad Española de Neurología.
Recomendaciones de la Fundación MAPFRE
Los expertos en seguridad vial de la Fundación concluyen el estudio con una propuesta de nuevas herramientas para la renovación del carnet (un test específico) y una serie de recomendaciones para garantizar la seguridad vial de las personas más mayores:
-Pasar todos los reconocimientos psicofísicos necesarios para la renovación del permiso de conducir y hacer caso a las recomendaciones de los médicos.
-Viajar acompañado siempre que sea posible.
-No usar el auto en hora pico, ni en condiciones meteorológicas adversas y horarios nocturnos.
-Ser consciente de los medicamentos que se están tomando y sus posibles implicaciones en la conducción.
-Aproximarse con cuidado a las intersecciones, acostumbrándose a mirar dos veces a ambos lados de la calle/ruta antes de proseguir y extremar las precauciones a la hora de girar.
-Utilizar el transporte público siempre que exista la posibilidad.
Fuente: EFE.