Érica Salazar, la hija de la docente que falleció en la Comisaría 10 hace casi un año, confirmó el resultado de la última pericia: “es el informe definitivo: no murió por causas naturales como lo afirmaba falsamente la primera autopsia. Tuvo una arritmia por haber sido sometida a una restricción física. Fue torturada, golpeada y esposada”. Además, aseguró que el fiscal “trabajó para encubrir”.
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